JOSÉ VIDAL-BENEYTO
A contra- esperanza
Más de un tercio del PIB mundial lo poseen las 100 primeras empresas del mundo
JOSÉ VIDAL-BENEYTO 29/12/2007
Una anciana sin domicilio fijo murió de frió a principios de esta semana en la plaza de la Concordia de Paris. Lo que hubiera sido hace algunos anos una noticia destacada de la prensa escrita se ha reducido ahora por obra de la banalización de la miseria a apenas 30 segundos en el noticiero radiofónico. Y la miseria avanza discreta e implacablemente hacia nuevas cimas. En Francia cerca de 7,5 millones de personas, es decir, el 12% de la población, y entre ellos dos millones de niños, viven por debajo del umbral de la pobreza. Cada día los pobres son más pobres, pero afortunadamente para las estadísticas globales de la riqueza, los ricos son más ricos y una cosa compensa la otra. Las ciudades de alto nivel social prefieren, según nos cuenta la bien informada periodista de derechas Sylvie Pierre-Brossolette, pagar las multas que les impone la ley por no construir viviendas sociales antes que destinar ese dinero a su edificación. Ese parece ser el caso de Neuilly-sur-Seine, la ciudad residencial de los alrededores de Paris de la que fue alcalde Nicolas Sarkozy hasta su acceso a la presidencia. Al dinero como único patrón corresponde el hipercrecimiento de las multinacionales: Exxon, cuya riqueza es superior a la de 182 países miembros de Naciones Unidas; más de un tercio del PIB mundial lo poseen las 100 primeras empresas del mundo; los ricos que entre 1936 y 1975 representaban el 1% de la población norteamericana y poseían el 5% del PIB de EE UU han vuelto a elevar su participación a más del 20% en los últimos 30 años.
Riquezas amasadas en una legalidad de fachada, tras de la que se esconden las bolsas de valores manipuladas y sus amañadas cotizaciones, las contabilidades trucadas, los PDGs truhanes, los Estados cómplices con sus asilos protectores del crimen -seis paraísos fiscales en la sola Unión Europea-, el escabroso, indomeñable imperio del gangsterismo económico, todo fundado, legitimado por los vendedores del capitalismo de mercado que se autocalifican de filósofos y que hacen del darwinismo social la doctrina que todo lo explica: los más fuertes duran y prosperan, los otros desaparecen. Las cosas son así e intentar cambiarlas es peor, pues sólo produce más caos y desorden. Algunos parches, quizás sí, pero proponer otros modelos de sociedad, con otros valores y otras prácticas, buscar alternativas a lo existente y apostar irresponsablemente a lo improbable es optar por el terrorismo de las utopías. El sueño es un componente esencial de lo humano, pero no el sueño de los pobres hecho de fuego y revoluciones sino sólo el de los ricos que viven entre el lujo y la lujuria, para el disfrute hedonista que nos describe Lipovetski desde su postmodernidad. Frente a las afirmaciones de los guardianes del sistema que sostienen que las desigualdades han permanecido estables y en bastantes casos han disminuido, los datos más fiables prueban lo contrario. En los últimos 8 años, según escribe Louis Maurin, director del Laboratoire de las desigualdades que se apoya en los datos del INSEE, la diferencia de renta media en Francia entre más ricos y los más pobres ha aumentado en 4.682 euros.
Con todo no es esa cifra lo más inaceptable sino el permanente recurso a las remuneraciones faraónicas en la despedida de los ejecutivos patronos (CEO), gracias a los paracaídas dorados, a las stock-options, a las plusvalías como nos detalla Patrick Bonanza en su libro Les Goinfres (Los glotones), Flammarion, 2007. Entre sus protagonistas figuran todas las grandes empresas francesas y entre sus presidentes destacan Antoine Zacharias, presidente del Grupo Vinci, con sus cerca de 220 millones de euros, y Daniel Bernard, de Carrefour, que se fue con 209 millones tras haber rechazado un aumento del 2% a sus empleados, sin olvidar a Jean-Marie Messier, que obtuvo algo más de 20 millones después de haber dejado a su empresa Vivendi al borde de la quiebra. Claro que los americanos siguen llevándose en todo la palma: Ray Irani, de Occidental Petroleum, consiguió 322 millones de dólares y Steve Jobs de Apple se llevó el premio gordo con 647 millones. Claro que tampoco los españoles en nuestra modestia podemos dejarnos dar lecciones por nadie, los 108 millones de Ángel Corcóstegui con ocasión de su salida del Banesto y el tan bien remunerado adiós de Francisco Pizarro a Endesa están ahí para probarlo. Frente a tan agresivo obsceno enriquecimiento, más de mil millones de personas, como nos recuerda Gustave Massiah del Cedetim, han disminuido desde 1993 dramáticamente sus insuficientes ingresos y hoy más de 1.600 millones viven, habría que decir mueren, con menos de un dólar diario. Le hemos oído decir a Jacques Delors que la misión de nuestro viejo continente no puede ser la de asumir toda la miseria del mundo. Este realismo cómplice e inaceptable nos lleva al igual que las postulaciones retóricas del Milenio a atrincherarnos, con nuestra obstinación y desde nuestra insignificancia en la resistencia crítica. Aunque sea a contraesperanza.
domingo, 30 de diciembre de 2007
sábado, 17 de noviembre de 2007
IMPACTOS NEGATIVOS DEL CONSUMO EN EL MEDIO AMBIENTE
Por Humberto Tobón y Tobón [1]
El nivel, la intensidad y la calidad del consumo inciden negativamente sobre el medio ambiente, ya que presionan la sobreexplotación de los recursos, agotan las materias primas y generan una cantidad cada vez mayor de residuos sólidos, cuyo tratamiento se dificulta por la utilización de elementos de tardía descomposición, degradando el suelo y las fuentes subterráneas de agua por los lixiviados, así como a la atmósfera por los malos olores que produce la acumulación de gases, las quemas y las descargas de CO2 provenientes de las fuentes móviles y fijas.
El consumo se ve presionado inicialmente por las necesidades de supervivencia de la población. Por lo tanto, el crecimiento poblacional es fuente contaminadora y depredadora, pues ante más habitantes se consumen más recursos y se eliminan más residuos. El hecho de que la población mundial se haya triplicado en los últimos 80 años, implicó cambios sustanciales en los sistemas productivos, teniéndose que introducir la biotecnología y la manipulación genética para ofrecer respuestas en términos de tiempo y cantidad de alimentos al creciente número de personas. Sin embargo, esos indudables avances científicos crean ambientes naturales dañinos, que le están restando capacidad regenerativa a la tierra, empobreciendo los suelos y acabando con gran parte de la diversidad alimenticia.
La gran paradoja surge del hecho que a pesar de los excepcionales avances en producción de alimentos, cerca de 1.000 millones de personas que viven en la indigencia y que habitan básicamente los países más pobres no tienen acceso a la comida, lo que deja al descubierto un problema aterrador: hay alimentos pero no una racional distribución, lo cual se debe analizar como un fenómeno cargado de implicaciones políticas y económicas. Las propias organizaciones mundiales relacionadas con los temas alimenticios, aceptan que cerca del 17 por ciento de la comida se pierde por mala manipulación y por deformaciones en el mercado, cantidad suficiente para evitar que hubiese hambre en el planeta.
El mayor nivel de consumo se concentra en el 25 por ciento de la población mundial, que mayoritariamente vive en las naciones más ricas. La capacidad de compra de estas sociedades son las que han motivado la individualización, la diferenciación y la exclusión. Las teorías relacionadas con las tendencias consumistas de las elites han impulsado no sólo el surgimiento de exclusivas agrupaciones sociales sino avances tecnológicos sin precedentes en alimentos, empaques, vestidos, electrodomésticos, sistemas satelitales, muebles, materiales de construcción, etc., casi todos muy agresivos y desafiantes con la capacidad de absorción de la naturaleza.
La realidad también muestra que el 58 por ciento de personas tienen un nivel medio de consumo de artículos que le brindan satisfacciones a sus necesidades básicas, sin acercarse a las ostentosas cifras de los más ricos. Mayoritariamente este grupo vive en las naciones subdesarrolladas, cuyos principales activos tienen que ver con la producción y provisión de materias primas, especialmente biomasicas. La mayoría de sus residuos son dañinos para el entorno natural.
El desaforado aumento de consumidores (ostentosos o no) genera impactantes cifras de residuos, cuya gestión aun se enfrenta a dificultades técnicas y operativas que la ciencia no ha sido capaz de solucionar y frente a las cuales los gobiernos son totalmente ineficientes. Si se parte del hecho que hay una generación de basura diaria per cápita de 300 gramos (incluyendo en el cálculo de la media a una sexta parte de la población hambrienta) se producen en el mundo 1.8 millones de toneladas métricas de residuos, de las cuales son recuperables para que reingresen al sistema productivo poco menos del 15 por ciento. Ahí está de cuerpo presente uno de los más graves problemas de la actualidad: ¿qué hacer con semejante cifra diaria de residuos? Algunas propuestas se dirigen a disminuir el nivel de consumo, a evitar la producción de artículos que no se degradan, a reducir los envases y artículos desechables, y a aplicar altos impuestos para productos que requieran reposición como baterías, aceites y llantas.
[1] Economista y Comunicador Social, con estudios de especialización en Medio Ambiente, Finanzas Privadas y Ciencias Políticas
El nivel, la intensidad y la calidad del consumo inciden negativamente sobre el medio ambiente, ya que presionan la sobreexplotación de los recursos, agotan las materias primas y generan una cantidad cada vez mayor de residuos sólidos, cuyo tratamiento se dificulta por la utilización de elementos de tardía descomposición, degradando el suelo y las fuentes subterráneas de agua por los lixiviados, así como a la atmósfera por los malos olores que produce la acumulación de gases, las quemas y las descargas de CO2 provenientes de las fuentes móviles y fijas.
El consumo se ve presionado inicialmente por las necesidades de supervivencia de la población. Por lo tanto, el crecimiento poblacional es fuente contaminadora y depredadora, pues ante más habitantes se consumen más recursos y se eliminan más residuos. El hecho de que la población mundial se haya triplicado en los últimos 80 años, implicó cambios sustanciales en los sistemas productivos, teniéndose que introducir la biotecnología y la manipulación genética para ofrecer respuestas en términos de tiempo y cantidad de alimentos al creciente número de personas. Sin embargo, esos indudables avances científicos crean ambientes naturales dañinos, que le están restando capacidad regenerativa a la tierra, empobreciendo los suelos y acabando con gran parte de la diversidad alimenticia.
La gran paradoja surge del hecho que a pesar de los excepcionales avances en producción de alimentos, cerca de 1.000 millones de personas que viven en la indigencia y que habitan básicamente los países más pobres no tienen acceso a la comida, lo que deja al descubierto un problema aterrador: hay alimentos pero no una racional distribución, lo cual se debe analizar como un fenómeno cargado de implicaciones políticas y económicas. Las propias organizaciones mundiales relacionadas con los temas alimenticios, aceptan que cerca del 17 por ciento de la comida se pierde por mala manipulación y por deformaciones en el mercado, cantidad suficiente para evitar que hubiese hambre en el planeta.
El mayor nivel de consumo se concentra en el 25 por ciento de la población mundial, que mayoritariamente vive en las naciones más ricas. La capacidad de compra de estas sociedades son las que han motivado la individualización, la diferenciación y la exclusión. Las teorías relacionadas con las tendencias consumistas de las elites han impulsado no sólo el surgimiento de exclusivas agrupaciones sociales sino avances tecnológicos sin precedentes en alimentos, empaques, vestidos, electrodomésticos, sistemas satelitales, muebles, materiales de construcción, etc., casi todos muy agresivos y desafiantes con la capacidad de absorción de la naturaleza.
La realidad también muestra que el 58 por ciento de personas tienen un nivel medio de consumo de artículos que le brindan satisfacciones a sus necesidades básicas, sin acercarse a las ostentosas cifras de los más ricos. Mayoritariamente este grupo vive en las naciones subdesarrolladas, cuyos principales activos tienen que ver con la producción y provisión de materias primas, especialmente biomasicas. La mayoría de sus residuos son dañinos para el entorno natural.
El desaforado aumento de consumidores (ostentosos o no) genera impactantes cifras de residuos, cuya gestión aun se enfrenta a dificultades técnicas y operativas que la ciencia no ha sido capaz de solucionar y frente a las cuales los gobiernos son totalmente ineficientes. Si se parte del hecho que hay una generación de basura diaria per cápita de 300 gramos (incluyendo en el cálculo de la media a una sexta parte de la población hambrienta) se producen en el mundo 1.8 millones de toneladas métricas de residuos, de las cuales son recuperables para que reingresen al sistema productivo poco menos del 15 por ciento. Ahí está de cuerpo presente uno de los más graves problemas de la actualidad: ¿qué hacer con semejante cifra diaria de residuos? Algunas propuestas se dirigen a disminuir el nivel de consumo, a evitar la producción de artículos que no se degradan, a reducir los envases y artículos desechables, y a aplicar altos impuestos para productos que requieran reposición como baterías, aceites y llantas.
[1] Economista y Comunicador Social, con estudios de especialización en Medio Ambiente, Finanzas Privadas y Ciencias Políticas
LOS QUIMICOS DE LA MUERTE
Por Humberto Tobón y Tobón [1]
A principios de la década de los años sesenta, la investigadora Rachel Carson [2] advirtió sobre los graves efectos del uso indiscriminado del DDT [3] para la salud y la vida de las personas. También se refirió a otras sustancias químicas altamente tóxicas que se estaban utilizando en la agricultura y que penetraban peligrosamente en la cadena alimenticia, con resultados nefastos para el hombre y los animales. Cuatro décadas después, muchas de esas sustancias se siguen aplicando sin mayor control en los países subdesarrollados, mientras que en Europa y Estados Unidos desaparecieron del comercio.
Una de las naciones más afectadas por la utilización de químicos es Colombia, donde se libra una guerra contra el narcotráfico y la base del combate son las aspersiones aéreas con productos prohibidos en gran parte del mundo. Se usa para las aspersiones un producto comercial del glifosato llamado Roundup, que tiene en su composición un elemento que facilita su penetración en la planta llamado polioxietilenoamina (POEA), con una toxicidad aguda tres veces superior a la del glifosato puro, que produce daños grastrointestinales, afecta el sistema nervioso central, crea problemas respiratorios y destruye los glóbulos rojos. La mezcla utilizada para las aspersiones está compuesta en un 45% de glifosato, 1% de Cosmo Flux, 0,33% de Cosm IN y 54% de agua [4].
Así mismo, se están haciendo fumigaciones con Fusarium, que es un hongo fitopatógeno que vive en zonas templadas y tropicales y que al introducirlo en un ecosistema tan complejo como el colombiano podría atacar a cultivos para el consumo de la población, poniendo en peligro la biodiversidad (Galeano [5]). El Fusarium, adicionalmente, es una mictoxina que se empezó a desarrollar como agente para la guerra química, debido a que las trichothecenas aisladas tienen la capacidad de matar a una persona con una dosis de 4 a 5 miligramos.
Este es un ejemplo de la inconsistencia entre los discursos político-ambientalistas de los gobiernos de los países desarrollados y las actividades de su industria, que se hace visible en el comercio de los clorofluorocarbonados (CFC) y halones, que según el Protocolo de Montreal (1998) suscrito por 30 naciones pretendía controlarlos para evitar daños atmosféricos y en la capa de ozono. Sin embargo, a principios del siglo XXI, «los países en desarrollo seguían siendo mercados importantes para estas sustancias químicas que dañan la capa de ozono, pero que no se venden en otras partes del mundo» (Gilpin). Los CFC se usan en refrigeradores, embalajes de polietileno, industrias electrónica y de propulsores de aerosoles. En 1996 el gobierno estadounidense, entre otros, prohibió la producción de clorofluorocarbonados.
El discurso ambientalista que los países ricos emiten a través de la Organización Mundial del Ambiente (GEP por sus siglas en inglés), instancia creada por las Naciones Unidas para otorgar ayuda financiera en forma de concesiones a los países en desarrollo, tiene como propósito proteger la capa de ozono, preservar los recursos acuáticos, resguardar la diversidad biológica y reducir la emisión de gases causantes del efecto invernadero. Sin embargo, ninguna de estas buenas intenciones ha sido exitosa porque esos países siguen enviando sus productos contaminantes e instalando sus industrias peligrosas en las naciones en desarrollo que poco interés le prestan a la protección de sus recursos.
[1] Economista y Comunicador Social, con estudios de especialización en Medio Ambiente, Finanzas Privadas y Ciencias Políticas
[2] Rachel Louise Carson bióloga norteamericana, autora de Primavera Silenciosa y una de las más importantes promotoras de la conciencia social ambiental. 1907 - 1964
[3] Dicloro-difenil-tricloroetano es un compuesto básico para los insecticidas. Es incoloro y cristalino. Es muy soluble en las grasas y en disolventes orgánicos y prácticamente insoluble en agua.
[4] Tobón, Humberto. Las fumigaciones en Colombia. Ecoportal, 2004
[5] Galeano, Eduardo. Informe sobre Hongos Patógenos. Boletín de Acción Ecológica «Alerta Verde»
A principios de la década de los años sesenta, la investigadora Rachel Carson [2] advirtió sobre los graves efectos del uso indiscriminado del DDT [3] para la salud y la vida de las personas. También se refirió a otras sustancias químicas altamente tóxicas que se estaban utilizando en la agricultura y que penetraban peligrosamente en la cadena alimenticia, con resultados nefastos para el hombre y los animales. Cuatro décadas después, muchas de esas sustancias se siguen aplicando sin mayor control en los países subdesarrollados, mientras que en Europa y Estados Unidos desaparecieron del comercio.
Una de las naciones más afectadas por la utilización de químicos es Colombia, donde se libra una guerra contra el narcotráfico y la base del combate son las aspersiones aéreas con productos prohibidos en gran parte del mundo. Se usa para las aspersiones un producto comercial del glifosato llamado Roundup, que tiene en su composición un elemento que facilita su penetración en la planta llamado polioxietilenoamina (POEA), con una toxicidad aguda tres veces superior a la del glifosato puro, que produce daños grastrointestinales, afecta el sistema nervioso central, crea problemas respiratorios y destruye los glóbulos rojos. La mezcla utilizada para las aspersiones está compuesta en un 45% de glifosato, 1% de Cosmo Flux, 0,33% de Cosm IN y 54% de agua [4].
Así mismo, se están haciendo fumigaciones con Fusarium, que es un hongo fitopatógeno que vive en zonas templadas y tropicales y que al introducirlo en un ecosistema tan complejo como el colombiano podría atacar a cultivos para el consumo de la población, poniendo en peligro la biodiversidad (Galeano [5]). El Fusarium, adicionalmente, es una mictoxina que se empezó a desarrollar como agente para la guerra química, debido a que las trichothecenas aisladas tienen la capacidad de matar a una persona con una dosis de 4 a 5 miligramos.
Este es un ejemplo de la inconsistencia entre los discursos político-ambientalistas de los gobiernos de los países desarrollados y las actividades de su industria, que se hace visible en el comercio de los clorofluorocarbonados (CFC) y halones, que según el Protocolo de Montreal (1998) suscrito por 30 naciones pretendía controlarlos para evitar daños atmosféricos y en la capa de ozono. Sin embargo, a principios del siglo XXI, «los países en desarrollo seguían siendo mercados importantes para estas sustancias químicas que dañan la capa de ozono, pero que no se venden en otras partes del mundo» (Gilpin). Los CFC se usan en refrigeradores, embalajes de polietileno, industrias electrónica y de propulsores de aerosoles. En 1996 el gobierno estadounidense, entre otros, prohibió la producción de clorofluorocarbonados.
El discurso ambientalista que los países ricos emiten a través de la Organización Mundial del Ambiente (GEP por sus siglas en inglés), instancia creada por las Naciones Unidas para otorgar ayuda financiera en forma de concesiones a los países en desarrollo, tiene como propósito proteger la capa de ozono, preservar los recursos acuáticos, resguardar la diversidad biológica y reducir la emisión de gases causantes del efecto invernadero. Sin embargo, ninguna de estas buenas intenciones ha sido exitosa porque esos países siguen enviando sus productos contaminantes e instalando sus industrias peligrosas en las naciones en desarrollo que poco interés le prestan a la protección de sus recursos.
[1] Economista y Comunicador Social, con estudios de especialización en Medio Ambiente, Finanzas Privadas y Ciencias Políticas
[2] Rachel Louise Carson bióloga norteamericana, autora de Primavera Silenciosa y una de las más importantes promotoras de la conciencia social ambiental. 1907 - 1964
[3] Dicloro-difenil-tricloroetano es un compuesto básico para los insecticidas. Es incoloro y cristalino. Es muy soluble en las grasas y en disolventes orgánicos y prácticamente insoluble en agua.
[4] Tobón, Humberto. Las fumigaciones en Colombia. Ecoportal, 2004
[5] Galeano, Eduardo. Informe sobre Hongos Patógenos. Boletín de Acción Ecológica «Alerta Verde»
jueves, 1 de noviembre de 2007
LA NECESARIA INDUSTRIALIZACIÓN DE COLOMBIA
Héctor Gómez Paniagua
Colombia se enfrenta al gran reto de preparar su producción para aprovechar las ventajas de los Tratados de Libre Comercio que negocia con USA y con otros países de diferentes regiones y el de Asociación con la Unión Europea. La política comercial del gobierno se orienta ahora a la negociación de esos tratados, y como complemento promueve garantías jurídicas, régimen fiscal y doble tributación para estimular la gran inversión, y un programa de competitividad, productividad y de mejora de infraestructuras. Todo ello es fundamental para cumplir con su compromiso de llevar las exportaciones a los $40.000 millones de dólares, que es casi doblar la producción actual para atender a las exportaciones y la demanda interna adicional.
Las ventas al exterior han aumentado espectacularmente en los últimos años, pero dentro de la incertidumbre de que esos incrementos son derivados del aumento del precio internacional de los productos básicos, con solo un aumento vegetativo de los productos con valor agregado. La estructura de nuestra producción global exportada tiene un 62% de primarios, con la dificultad para doblarlos, de que productos como el café. el carbón, el petróleo y el ferroníquel son de comercialización compleja y un mercado global muy ordenado. Dentro de los primarios, los productos agrícolas en que podríamos ser líderes, no pueden expandirse en USA y UE porque sus subsidios nos impiden competir. Mientras se procura la eliminación de esos subsidios, necesitamos urgentemente una política agraria a largo plazo promoviendo cultivos para la producción de biocombustibles, ojalá con inversionistas extranjeros..
Queda por tanto el sector industrial como único campo cierto y seguro en el que si hacemos las cosas bien, podemos asegurar un aumento suficiente para cumplir las expectativas de los Tratados. En este sector no existe la incertidumbre de la variación coyuntural de precios y por tanto las políticas pueden ser calculadas mas realistamente. Pero si partimos de la cifra actual de exportaciones de cerca de US$ 28.000 millones para 2.007, nos encontramos con que el 62 % de las ventas de productos primarios es tan favorable debido a las exportaciones de productos acabados a los mercados del Grupo Andino y no a USA o la UE donde las ventas este año serán del 84% y el 85% de productos primarios respectivamente y solamente del 16% y 15% de productos industriales.
Otro aspecto a tener en cuenta es que las ventas a USA amparadas por el ATPDA han sido del 46.2% el último año, y que solamente el 14% son productos manufacturados, lo que demuestra falta de competitividad, deficiencia de oferta exportable o incapacidad para vender, al igual que en el caso de la Unión Europea donde la casi totalidad de nuestras exportaciones se benefician de su sistema de preferencias, y sin embargo solo un 15% son productos manufacturados. Ante este panorama, Colombia tiene que diseñar urgentemente una política orientada hacia la atracción de empresarios-inversionistas que desarrollen con los nacionales una transformación industrial capaz de atender a las necesidades adicionales de oferta generada por los TLCs. suscritos. La inversión nacional no es suficiente y un empresario extranjero puede facilitarle financiación, experiencia técnica y de gestión e inclusive llegar a ofrecer mercados para compartir.
Cuando USA o la Unión Europea suscriben tratados bilaterales lo hacen no solo para vender su producción aprovechando las ventajas arancelarias, sino para dar oportunidad a sus inversionistas de establecer allí servicios o plantas de producción en los sectores más rentables y que complementen sus planes económicos. En este aspecto hay dos escenarios similares en el caso de los Estados Unidos y la Unión Europea. Pero los inversionistas, aunque reciban garantías y prebendas fiscales, que en esta economía globalizada les ofrece cada vez un mayor número de países receptores, toman en cuenta otros factores políticos y de oportunidad que en el caso de Colombia son negativos. Los inversionistas en los sectores financieros, de extracción o de servicios públicos privatizados asumen riesgos como la inseguridad porque tienen medios para afrontarlos y necesidad de estar presentes en el mercado.
Para lograr la transformación productiva, hay que identificar países que tengan una estructura económica adecuada a un proceso de cooperación empresarial a gran escala. Ese país puede ser España, que tiene todas las condiciones para asumir ese papel y deseos de ayudar al desarrollo de Colombia. Para conquistar los inversionistas hay que competir con países más atractivos, con mercados más amplios que garantizan un mejor resultado de sus negocios. Conscientes de este hecho y ante la falta de información que existe sobre la producción colombiana, la única solución es mostrar a los empresarios españoles la producción, para que se encuentren las contrapartes y puedan ver juntos las posibilidades de una cooperación que permita mejorar y ampliar la producción, compartiendo nuestros mercados y los TLCs. Para tal efecto, desde hace nueve años el gobierno español sugirió financiar una EXPOCOLOMBIA para mostrar en Madrid todos sus bienes y servicios.
Nunca se aprovechó esa oportunidad y se ha preferido seguir participando en ferias internacionales, en las que competimos con potencias mundiales que acaparan la atención de los compradores sin que nadie nos determine, o se organizan grupos de empresarios que viajan a Colombia a ver posibilidades, pero en cantidad insuficiente y sin identificar ni comprometer las bases de la cooperación, o se comete el error de
gastar recursos y esfuerzos en preparar a pequeños productores para exportar individualmente. Este modelo de promoción está agotado y ahora el reto es hacer una industrialización masiva planificada, dirigida y financiada por el gobierno, pues al no poder doblar los primarios en pocos años, o si bajan sus precios, tendrá que dar trato preferencial a los manufacturados. Prueba irrefutable de esta afirmación es que en esos nueve años las exportaciones a Europa han mantenido un 14% de industriales y en USA han pasado del 18% a solo el 14%.
En definitiva, los TLCs. debieran entrar en vigor solo cuando hubiera producción para aprovecharlos, pues mientras tanto vamos a dejar de recibir impuestos arancelarios sobre las importaciones de USA y Europa, que suponiendo un mínimo del 5% en promedio, representarían la enorme suma de US$ 800 millones anuales, que sería mas inteligente invertirlos en financiar la nueva producción. Hay que pensar en ayudar a las Pymes que ahora exportan el 70% de las manufacturas, y que si reciben apoyo oficial y de empresarios foráneos pueden crecer lo que sea necesario en los sectores en que ya exportan; crear cooperativas de producción, crear comercializadoras internacionales mixtas, centros mixtos de distribución en mercados como España, y financiar la innovación y la modernización del equipamiento actual. De lo contrario estaremos perdidos con nuestros ambiciosos objetivos.
Madrid, octubre de 2,007
Colombia se enfrenta al gran reto de preparar su producción para aprovechar las ventajas de los Tratados de Libre Comercio que negocia con USA y con otros países de diferentes regiones y el de Asociación con la Unión Europea. La política comercial del gobierno se orienta ahora a la negociación de esos tratados, y como complemento promueve garantías jurídicas, régimen fiscal y doble tributación para estimular la gran inversión, y un programa de competitividad, productividad y de mejora de infraestructuras. Todo ello es fundamental para cumplir con su compromiso de llevar las exportaciones a los $40.000 millones de dólares, que es casi doblar la producción actual para atender a las exportaciones y la demanda interna adicional.
Las ventas al exterior han aumentado espectacularmente en los últimos años, pero dentro de la incertidumbre de que esos incrementos son derivados del aumento del precio internacional de los productos básicos, con solo un aumento vegetativo de los productos con valor agregado. La estructura de nuestra producción global exportada tiene un 62% de primarios, con la dificultad para doblarlos, de que productos como el café. el carbón, el petróleo y el ferroníquel son de comercialización compleja y un mercado global muy ordenado. Dentro de los primarios, los productos agrícolas en que podríamos ser líderes, no pueden expandirse en USA y UE porque sus subsidios nos impiden competir. Mientras se procura la eliminación de esos subsidios, necesitamos urgentemente una política agraria a largo plazo promoviendo cultivos para la producción de biocombustibles, ojalá con inversionistas extranjeros..
Queda por tanto el sector industrial como único campo cierto y seguro en el que si hacemos las cosas bien, podemos asegurar un aumento suficiente para cumplir las expectativas de los Tratados. En este sector no existe la incertidumbre de la variación coyuntural de precios y por tanto las políticas pueden ser calculadas mas realistamente. Pero si partimos de la cifra actual de exportaciones de cerca de US$ 28.000 millones para 2.007, nos encontramos con que el 62 % de las ventas de productos primarios es tan favorable debido a las exportaciones de productos acabados a los mercados del Grupo Andino y no a USA o la UE donde las ventas este año serán del 84% y el 85% de productos primarios respectivamente y solamente del 16% y 15% de productos industriales.
Otro aspecto a tener en cuenta es que las ventas a USA amparadas por el ATPDA han sido del 46.2% el último año, y que solamente el 14% son productos manufacturados, lo que demuestra falta de competitividad, deficiencia de oferta exportable o incapacidad para vender, al igual que en el caso de la Unión Europea donde la casi totalidad de nuestras exportaciones se benefician de su sistema de preferencias, y sin embargo solo un 15% son productos manufacturados. Ante este panorama, Colombia tiene que diseñar urgentemente una política orientada hacia la atracción de empresarios-inversionistas que desarrollen con los nacionales una transformación industrial capaz de atender a las necesidades adicionales de oferta generada por los TLCs. suscritos. La inversión nacional no es suficiente y un empresario extranjero puede facilitarle financiación, experiencia técnica y de gestión e inclusive llegar a ofrecer mercados para compartir.
Cuando USA o la Unión Europea suscriben tratados bilaterales lo hacen no solo para vender su producción aprovechando las ventajas arancelarias, sino para dar oportunidad a sus inversionistas de establecer allí servicios o plantas de producción en los sectores más rentables y que complementen sus planes económicos. En este aspecto hay dos escenarios similares en el caso de los Estados Unidos y la Unión Europea. Pero los inversionistas, aunque reciban garantías y prebendas fiscales, que en esta economía globalizada les ofrece cada vez un mayor número de países receptores, toman en cuenta otros factores políticos y de oportunidad que en el caso de Colombia son negativos. Los inversionistas en los sectores financieros, de extracción o de servicios públicos privatizados asumen riesgos como la inseguridad porque tienen medios para afrontarlos y necesidad de estar presentes en el mercado.
Para lograr la transformación productiva, hay que identificar países que tengan una estructura económica adecuada a un proceso de cooperación empresarial a gran escala. Ese país puede ser España, que tiene todas las condiciones para asumir ese papel y deseos de ayudar al desarrollo de Colombia. Para conquistar los inversionistas hay que competir con países más atractivos, con mercados más amplios que garantizan un mejor resultado de sus negocios. Conscientes de este hecho y ante la falta de información que existe sobre la producción colombiana, la única solución es mostrar a los empresarios españoles la producción, para que se encuentren las contrapartes y puedan ver juntos las posibilidades de una cooperación que permita mejorar y ampliar la producción, compartiendo nuestros mercados y los TLCs. Para tal efecto, desde hace nueve años el gobierno español sugirió financiar una EXPOCOLOMBIA para mostrar en Madrid todos sus bienes y servicios.
Nunca se aprovechó esa oportunidad y se ha preferido seguir participando en ferias internacionales, en las que competimos con potencias mundiales que acaparan la atención de los compradores sin que nadie nos determine, o se organizan grupos de empresarios que viajan a Colombia a ver posibilidades, pero en cantidad insuficiente y sin identificar ni comprometer las bases de la cooperación, o se comete el error de
gastar recursos y esfuerzos en preparar a pequeños productores para exportar individualmente. Este modelo de promoción está agotado y ahora el reto es hacer una industrialización masiva planificada, dirigida y financiada por el gobierno, pues al no poder doblar los primarios en pocos años, o si bajan sus precios, tendrá que dar trato preferencial a los manufacturados. Prueba irrefutable de esta afirmación es que en esos nueve años las exportaciones a Europa han mantenido un 14% de industriales y en USA han pasado del 18% a solo el 14%.
En definitiva, los TLCs. debieran entrar en vigor solo cuando hubiera producción para aprovecharlos, pues mientras tanto vamos a dejar de recibir impuestos arancelarios sobre las importaciones de USA y Europa, que suponiendo un mínimo del 5% en promedio, representarían la enorme suma de US$ 800 millones anuales, que sería mas inteligente invertirlos en financiar la nueva producción. Hay que pensar en ayudar a las Pymes que ahora exportan el 70% de las manufacturas, y que si reciben apoyo oficial y de empresarios foráneos pueden crecer lo que sea necesario en los sectores en que ya exportan; crear cooperativas de producción, crear comercializadoras internacionales mixtas, centros mixtos de distribución en mercados como España, y financiar la innovación y la modernización del equipamiento actual. De lo contrario estaremos perdidos con nuestros ambiciosos objetivos.
Madrid, octubre de 2,007
POBREZA Y MEDIO AMBIENTE
Por Humberto Tobón y Tobón [1]
Uno de los grandes debates ambientales gira en torno al nivel de responsabilidad de la pobreza en la devastación de los recursos naturales y en la contaminación del entorno. La tesis más generalizada es que la pobrería busca en los bosques la madera para levantar sus viviendas, tener fuego y ganar terreno para la siembra de alimentos. Este tipo de comportamientos acelera los procesos erosivos e incrementa los niveles de riesgo por deslizamientos de tierra e inundaciones. Sus excretas y los residuos sólidos y líquidos que se originan en su vida cotidiana van a parar especialmente a las fuentes superficiales de agua, que son utilizadas para su propia ingesta, con lo cual se crea un círculo de contaminación y enfermedad que desmejora la calidad de vida de las personas y obliga a múltiples inversiones públicas en saneamiento básico y atención hospitalaria.
A esto se agrega que el sector productivo de los países subdesarrollados contribuye a que el círculo de la pobreza no tenga fin, pues se niega a invertir en tecnologías limpias y prefieren seguir enviando sus desechos a los ríos, al aire y a los botaderos de residuos a cielo abierto, que son precisamente los espacios que lindan con las comunidades más pobres y marginadas. El impacto ambiental de las acciones industriales iguala, e incluso supera la dimensión del problema que ocasionan las comunidades pobres, y los efectos más próximos se observan en la tierra arrasada por el uso de técnicas contaminantes; disminución de especies de flora; eliminación de bosques para propósitos agrícolas y pecuarios; desaparición de fuentes de agua y déficit en el inventario de biodiversidad. Esta contaminación de origen industrial, no es exclusiva de los países pobres, también se observa en las naciones ricas, y sus impactos, incluso, son mucho más drásticos, por ejemplo, con el uso excesivo de gases de efecto invernadero.
De este análisis de entorno surge una pregunta muy precisa «¿Cómo se puede pedir menos pobreza sin pedir a la vez menos población?» [2] Y la respuesta es que el crecimiento poblacional por sí mismo no es el causante de la pobreza, pues para que esta se consolide deben entrar en juego otras circunstancias como la desigualdad en la distribución de los recursos, la obsolescencia tecnológica, la falta de políticas productivas, la poca inversión en investigación, el desempleo estructural, la mínima atención frente a la ocurrencia de enfermedades mortales y el mal uso de los recursos naturales. Muchos países altamente poblados combaten las variables que conducen a la pobreza y se erigen como naciones desarrolladas, tal es el caso de China, que en las últimas dos décadas disminuyó en 42 puntos porcentuales el número de pobres [3].
Claro que cuando un país es pobre y mantiene un acelerado nivel de crecimiento demográfico, sin aumentos significativos de su riqueza, es muy probable que se reproduzca la pobreza con todas sus secuelas. Mientras que un país rico con modelos de contención poblacional incrementará el nivel de vida de sus habitantes y presionará una mejor distribución de la riqueza.
Lo que sí es claro es que existe una acción contaminante y depredadora tanto entre los pobres como entre los ricos. Aquellos lo hacen porque esquilman los recursos naturales para poder subsistir y porque sus tecnologías son inadecuadas y estos porque tienen un exceso de consumo que copan la capacidad de autorregeneración del ambiente.
[1] Consultor de entidades públicas y privadas en Colombia
[2] La pregunta fue formulada por el profesor Sartori, titular de la cátedra Albert Schweitzer en Humanidades de la Columbia University de New York y profesor emérito de la Universidad de Florencia.
[3] Reducción de la pobreza y crecimiento: Círculos virtuosos y círculos viciosos. Naciones Unidas, 2006
Lo invito a visitar mi blog en http://www.humbertotobon.blogspot.com/ para que opine sobre este y otros artículos de interés
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Uno de los grandes debates ambientales gira en torno al nivel de responsabilidad de la pobreza en la devastación de los recursos naturales y en la contaminación del entorno. La tesis más generalizada es que la pobrería busca en los bosques la madera para levantar sus viviendas, tener fuego y ganar terreno para la siembra de alimentos. Este tipo de comportamientos acelera los procesos erosivos e incrementa los niveles de riesgo por deslizamientos de tierra e inundaciones. Sus excretas y los residuos sólidos y líquidos que se originan en su vida cotidiana van a parar especialmente a las fuentes superficiales de agua, que son utilizadas para su propia ingesta, con lo cual se crea un círculo de contaminación y enfermedad que desmejora la calidad de vida de las personas y obliga a múltiples inversiones públicas en saneamiento básico y atención hospitalaria.
A esto se agrega que el sector productivo de los países subdesarrollados contribuye a que el círculo de la pobreza no tenga fin, pues se niega a invertir en tecnologías limpias y prefieren seguir enviando sus desechos a los ríos, al aire y a los botaderos de residuos a cielo abierto, que son precisamente los espacios que lindan con las comunidades más pobres y marginadas. El impacto ambiental de las acciones industriales iguala, e incluso supera la dimensión del problema que ocasionan las comunidades pobres, y los efectos más próximos se observan en la tierra arrasada por el uso de técnicas contaminantes; disminución de especies de flora; eliminación de bosques para propósitos agrícolas y pecuarios; desaparición de fuentes de agua y déficit en el inventario de biodiversidad. Esta contaminación de origen industrial, no es exclusiva de los países pobres, también se observa en las naciones ricas, y sus impactos, incluso, son mucho más drásticos, por ejemplo, con el uso excesivo de gases de efecto invernadero.
De este análisis de entorno surge una pregunta muy precisa «¿Cómo se puede pedir menos pobreza sin pedir a la vez menos población?» [2] Y la respuesta es que el crecimiento poblacional por sí mismo no es el causante de la pobreza, pues para que esta se consolide deben entrar en juego otras circunstancias como la desigualdad en la distribución de los recursos, la obsolescencia tecnológica, la falta de políticas productivas, la poca inversión en investigación, el desempleo estructural, la mínima atención frente a la ocurrencia de enfermedades mortales y el mal uso de los recursos naturales. Muchos países altamente poblados combaten las variables que conducen a la pobreza y se erigen como naciones desarrolladas, tal es el caso de China, que en las últimas dos décadas disminuyó en 42 puntos porcentuales el número de pobres [3].
Claro que cuando un país es pobre y mantiene un acelerado nivel de crecimiento demográfico, sin aumentos significativos de su riqueza, es muy probable que se reproduzca la pobreza con todas sus secuelas. Mientras que un país rico con modelos de contención poblacional incrementará el nivel de vida de sus habitantes y presionará una mejor distribución de la riqueza.
Lo que sí es claro es que existe una acción contaminante y depredadora tanto entre los pobres como entre los ricos. Aquellos lo hacen porque esquilman los recursos naturales para poder subsistir y porque sus tecnologías son inadecuadas y estos porque tienen un exceso de consumo que copan la capacidad de autorregeneración del ambiente.
[1] Consultor de entidades públicas y privadas en Colombia
[2] La pregunta fue formulada por el profesor Sartori, titular de la cátedra Albert Schweitzer en Humanidades de la Columbia University de New York y profesor emérito de la Universidad de Florencia.
[3] Reducción de la pobreza y crecimiento: Círculos virtuosos y círculos viciosos. Naciones Unidas, 2006
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martes, 16 de octubre de 2007
EL SIGLO DE CHINA DE ODED SHENKAR
China es ya la segunda entre las mayores economías del mundo; y como crece más rápidamente que cualquier otro país, está en camino de superar a la vuelta de un par de décadas a los Estados Unidos como la economía más grande del mundo.
Algunos observadores, con base en distintos factores, como el consumo de energía, sostienen que la tasa de crecimiento de la China es en realidad más alta de lo que sugieren los datos oficiales.
En muchas industrias, sobre todo en aquellas que hacen un uso intensivo de mano de obra, la China es ya el país dominante. Sus fábricas producen el 70% de los juguetes del mundo, el 60% de las bicicletas, la mitad de los zapatos y una tercera parte de las valijas.
China no se conforma con seguir siendo una productora de baja tecnología y uso intensivo de mano de obra, y se muestra ya muy activa en áreas en las cuales la tecnología desempeña un papel importante. Hoy produce la mitad de los hornos microondas que se usan en el mundo, la tercera parte de sus televisores y sus acondicionadores de aire, la cuarta parte de sus lavadoras y la quinta de sus refrigeradores.
El atractivo de su mercado nacional le da a la China un enorme poder para negociar. Esto le permite exigir la transferencia de tecnología como condición para permitir la entrada del inversionista extranjero.
Firmas como General Motors convinieron en establecer centros de investigación y desarrollo en una escala nunca antes pensada. No solo accedieron a compartir tecnologías donde no hay virtualmente ninguna protección de los derechos de propiedad intelectual. El objetivo es crear empresas multinacionales chinas, capaces de colocarse en pie de igualdad en una economía global y repetir el éxito de Toyota, Sony y Samsung.
Por su tamaño, la China ofrece una vasta concentración de recursos humanos, no sólo en una oferta ilimitada de obreros sino también un gran número de ingenieros, científicos y trabajadores calificados.
Las instituciones chinas de educación superior muestran una actitud más abierta y también mayor entusiasmo por modernizar su plan de estudios. Los jóvenes chinos constituyen el mayor contingente de estudiantes extranjeros en los Estados Unidos.
A pesar de todo lo dicho, la China tiene todavía un largo trecho por andar como en la falta de un sector de servicios moderno. Estando además en su infancia, la red protectora de la seguridad social y la sólida red financiera y de seguros que son vitales para su futuro desarrollo.
Los Estados Unidos han venido mostrando un déficit en su comercio con el resto del mundo durante un cuarto de siglo, que se acerca a los 500.000 millones de dólares anuales, alrededor del 5% del PIB. Tienen un déficit considerable con la UE, el Canadá y el Japón, entre otros: pero su déficit con la China es el más grande y el que más aumenta. Una razón es el desplazamiento global de las operaciones fabriles a la China.
Siendo los Estados Unidos líderes mundiales en tecnología e innovación y exportadores netos de tecnología, sufren más por el descuidado régimen de protección a la propiedad intelectual en la China que cualquiera otro de los países que comercian con ella.
De la misma manera que los Estados Unidos perdieron empleos en la agricultura hace un siglo, hoy están abandonando oficios fabriles del extremo inferior, y los reemplazan con manufacturas del extremo superior de uso intensivo en conocimientos, y con empleos en servicios.
A diferencia del Japón y los “tigres”, la China se propone conservar la ventaja que le da al uso intensivo de mano de obra al pasar a líneas de producción más sofisticadas.
Más de la mitad de las exportaciones de la China se deben a multinacionales extranjeras que se han establecido allí, porque ellas son las que tienen los conocimientos, los niveles de calidad, la reputación y los canales de distribución. Muchas son compañías estadounidenses motivadas porque es más barato fabricar en la China.
En los Estados Unidos es relativamente fácil cerrar una fábrica y trasladar sus operaciones a la China, para después importar sus productos. En Europa, sobre todo en Alemania y Francia, las compañías encuentran obstáculos enormes para cerrar una planta.
La mayoría de los economistas de los países desarrollados están convencidos de que el yuan está subvalorizado, por ello se presiona la a la China para que revalorice su moneda. Se oponen a la revalorización del yuan los importadores de mercancías y los muchos manufactureros estadounidenses que importan de la China componentes.
El juego de los tipos de cambio ocurrió en el caso del Japón en la década de 1980, cuando el valor del dólar se derrumbó con relación al yen. Hoy el yen vale el doble de lo que valía en dólares en los años 80, pero el déficit comercial estadounidense con el Japón sigue siendo el mismo (en dólares de los años 80).
La presión de la China sobre los mercados de los Estados Unidos va a ser más fuerte. Compañías estadounidenses que hasta ahora habían vacilado en trasladar su producción a ese país comprenden ahora que tal vez no les queda otro remedio si quieren segur en los negocios. Incluso empresas abastecedoras de las fuerzas armadas de los Estados Unidos comprenden que no tienen otro camino.
La UE tiene un déficit de unos 45.000 millones de dólares en su comercio con la China. El Japón es especialmente vulnerable al auge de la China, porque su ventaja competitiva está en la manufactura. Al igual que ocurre en los Estados Unidos, las exportaciones japonesas a la China son como la mitad de su volumen de importaciones, y además muchos de los artículos que importa de la China son producidos por compañías japonesas.
Mientras que los países industrializados se tranquilizan pensando que la China sólo amenaza la parte de uso intensivo de mano de obra, los países en vías de desarrollo ven que van a la zaga en la competencia por los dólares de inversión de los países desarrollados; tiemblan al ver cómo los inversionistas extranjeros cierran operaciones en su mercados y se las llevan a la China. La ventaja china en cuanto a bajos costos de mano de obra, una infraestructura moderna y los beneficios de escala basta para anular la ventaja de proximidad, de la cual gozaban países como México. Además, hay mucha preocupación por la influencia de la elite china de los negocios, sobre todo en los países musulmanes como Indonesia y Malasia. A raíz del impacto chino vendrán múltiples repercusiones que se sentirán como ondas de choque en todo el mundo: alza de precios de la energía y de los bienes primarios.
Con la China como líder de costos, los fabricantes extranjeros tendrán que igualar o mejorar el “piso de precios” chino, que se sustenta no sólo en mano de obra barata y en subsidios sino también en el uso masivo de la falsificación y la piratería. Esto deja pocas opciones a los manufactureros de los países industrializados. La primera es obtener de un productor chino una buena parte de los componentes y subconjuntos que necesitan, para bajar así el costo del producto terminado al punto que les permita seguir compitiendo. Esta tendencia ya es claramente visible en la industria automovilística estadounidense. La segunda opción es trasladar sus operaciones a la China, para rebajar más aún los costos y obtener entrada al mercado Chino. Una tercera opción es encontrar otra base de producción, como la India o México, aunque rara vez ofrecen la combinación de ventajas de una base china. Una cuarta opción es automatizar o mejorar la productividad de cualquiera otra manera.
Los empleados en industrias de uso intensivo de mano de obra son los más duramente golpeados por la competencia china. Los fabricantes estadounidenses en telas, ropa, etc. estaban protegidos por acuerdos internacionales de cuotas y otros aranceles, pero éstos se están viniendo abajo. El impacto de la China en los empleos no se limitará a las industrias de uso intensivo de mano de obra.
Un paraíso para el consumidor. Muchas de las líneas de productos, como las de los relojes de pulsera y las bicicletas, experimentaron una baja de precios sin precedentes. La liberación de artículos antes protegidos por patentes llevó al mercado a consumidores que antes no tenían con qué comprarlos.
Podría venir una inversión en la tendencia a la desafiliación de los sindicatos obreros. E inclusive llegar a la afiliación sindical de trabajadores muy calificados. Podría también venir una presión al proteccionismo, lo cual sería un grave error
Se está creando un nuevo orden geopolítico. Por ejemplo, viendo a qué extremos llegaron los Estados Unidos y Europa por asegurar sus reservas petrolíferas, ¿por qué no habría de seguir ese mismo camino la China, hambrienta como está de energía?
La cuestión más inmediata para las compañías y los individuos no es cómo detener la marea de las importaciones chinas sino cómo permanecer competitivos.
La larga historia China arroja luz sobre su actual manejo de los negocios, la ciencia y la economía. Entender ese pasado es vital sobre lo que vemos hoy. Tres períodos se destacan:
El período imperial que duró más de dos milenios
El período de humillación extranjera, en los siglos XIX y XX
Las tres primeras décadas del régimen comunista, desde 1949 hasta el lanzamiento de las reformas de fines de 1978
El confusionismo durante largos períodos fue probablemente la civilización más adelantada del mundo. El confusionismo llegó a ser la ortodoxia oficial, que se dividió en diversas escuelas de pensamiento. Así surgió una rica mezcla que facultó a los gobernantes para afianzar sus actos sobre las bases que mejor les cuadraran. A pesar de varias décadas de régimen comunista, han sobrevivido hasta la era moderna elementos confucianos, tales como la disciplina, la estabilidad, la devoción por los altos estudios y el prestigio del servicio al Estado. La dinastía Qin prescribía un sistema de reglas y obligaciones codificadas e impuestas rígidamente. La familia fue entonces la unidad y el mecanismo de control, estableciendo así un sistema de mutuas responsabilidades. Entre esos principios estaba el primer sistema mundial de exámenes con base en el mérito. Este sistema abría a los solicitantes bien calificados las puertas de casi todos los rangos sociales y les permitía obtener posiciones de poder y enorme prestigio dentro de una burocracia profesional, gracias a esta, el gobernante podía mantener el control. El funcionario más importante era el magistrado distrital, quien era un generalista en distintos campos, a quien ayudaba un grupo de especialistas profesionales de las finanzas, las obras públicas y demás.
La China bajo el comunismo. El primer período, de 1949 a 1955-56, fue de reconstrucción y transición. El segundo período, de 1955-56 a 1958-59 fue una réplica del rígido modelo soviético, acompañado por la importación de tecnología e ideas soviéticas y apoyado por la educación en Rusia de muchos chinos. El tercer período fue el del Gran Salto Adelante, de 1958 a 1960, que posteriormente los chinos llamaron el Gran Salto Atrás. Fue una desastrosa aplicación de la ideología maoísta, en la cual la producción se desalojó hacia los campos. Otro desastre fue la Revolución Cultural de 1966, cuando Mao lanzó a sus Guardias Rojos contra los intelectuales y los funcionarios más antiguos y disolvió el sistema educativo y gran parte de la economía organizada. La campaña duró hasta 1968, pero sus consecuencias perduraron hasta 1975 y siguieron afligiendo a la China durante varias décadas. Oficialmente la China emprendió el camino de la reforma en octubre de 1978.
La China de hoy, en un sentido cultural, económico y geopolítico comprende a la República Popular como núcleo y centro de una China Mayor en la cual se incluyen a Hong Kong, que desde 1997 es una Región Administrativa Especial y Taiwán, vista como una provincia rebelde que debe volver a unirse con el continente bajo un acuerdo de “un país, dos sistemas”. La China también mantiene una relación especial con Singapur. Las economías de Hong Kong y de Taiwán están bien integradas con la de China continental. El concepto de China Mayor encaja bien con la visión política de una futura potencia mundial que al cabo reemplazará a la Unión Soviética como contrapeso al poderío estadounidense.
Con una continua desregularización, el Estado chino y su aparato burocrático seguirán ejerciendo un poder inmenso para guiar el movimiento económico.
La china se ve a sí misma como una potencia económica emergente y está resuelta a superar cualquier obstáculo que se oponga a esa meta, ya sea reformando su sistema financiero o acelerando la privatización del sector oficial. Apenas en los años 90 se dictó una ley de quiebras y apenas en 2003 el liderazgo resolvió otorgar a las empresas del sector privado los mismos derechos de los cuales gozan las del sector oficial. Pronto la China estará preparada para pasar a la siguiente etapa, de la contratación externa al desarrollo y diseño y luego a la producción con marcas registradas. Mientras tanto, el sector de servicios sigue subdesarrollado. Estando además en su infancia, la red protectora de la seguridad social y la sólida red financiera y de seguros que son vitales para su futuro desarrollo.
La China tiene un territorio enorme sin explotar, con una inmensa oferta de trabajadores, lo cual le permitirá subir en la escala tecnológica sin sacrificar su actual ventaja de costos. De esta manera, China se servirá de su dominación en la producción de uso intensivo de mano de obra para hacer avanzar las industrias del futuro. Además de tener a Hong Kong y Taiwán (y en menor grado a Singapur) como proveedores de capital y catalizadores de conocimientos. La China tiene la ventaja de contar con inversiones extranjeras, que el Japón rechazó por temor a la dominación foránea.
Con la quiebra de la bolsa de valores de Tokio a fines de los 80, las firmas japonesas se vieron obligadas a cancelar sus deudas bancarias y a liquidar los activos que tenían en los Estados Unidos, a veces a precio de ganga.
Hong Kong. Durante un siglo y medio fue una colonia británica y sirvió de puerta de entrada a la China. En las décadas de 1960 y 1970, fue un próspero centro manufacturero que producía bienes de bajo costo. Las empresas de Hong Kong aprovecharon su vecindad y trasladaron algunas operaciones de manufactura a la China continental. Ha mostrado importantes cualidades, entre ellas la experiencia de ascender en la escala tecnológica por medio de la educación superior, el traslado de la producción a localidades de menos costos, un vigoroso espíritu empresarial y la capacidad de desarrollar y manejar negocios pequeños lo mismo que conglomerados globales muy grandes. Ha demostrado igualmente que con grandes reservas y firme perseverancia es posible defender un tipo de cambio controlado.
Taiwán. Empezó a entrar en la economía global como productora de bajos costos. Poco a poco desarrolló habilidades tecnológicas, ej. los computadores portátiles. Otro factor que le ayudó, lo mismo que a Hong Kong y Singapur, fue que sus exportaciones eran principalmente de insumos intermedios para incorporarlos en bienes terminados y se vendían con otras marcas de fábrica. En cambio las exportaciones japonesas eran más que todo de productos finales.
Singapur. Se parece a Hong Kong por su pequeño tamaño, su mercado relativamente libre y su posición como zona franca. Es un centro manufacturero de alta tecnología y se esfuerza como Hong Kong por atraer proveedores de servicios y por fortalecer su posición como sede regional de muchas empresas multinacionales. Su población es china en casi un 80%. Es una democracia, con un liderazgo patriarcal, mucha socialización, énfasis puesto en la disciplina y supervisión realizada por una burocracia competente, prestigiosa y muy bien remunerada.
Corea del Sur. El único miembro no chino de los tigres. Pasó de ser una economía agraria a ser un gran centro industrial, al mismo tiempo que mantiene grandes gastos para la defensa nacional. La modernización la encabezaron los conglomerados de propiedad familiar que con generosa ayuda del gobierno crecieron hasta adquirir enorme tamaño. Ej. LG y Samsung. La China tomó nota del impulso que recibieron las exportaciones coreanas de la devaluación del won durante la crisis asiática, y eso se recuerda como otra razón para resistirse a las demandas de valorizar el yuan.
La crisis asiática. No solo fue una “crisis financiera” fue también una falla institucional y administrativa que puso al descubierto debilidades tales como el nepotismo, la corrupción, la falta de transparencia y la debilidad en la dirección. En toda la región fue preciso cambiar de sistemas.
La China y la India. La India ha tropezado una y otra vez, justo cuando parecía que al fin estaba tomando en serio la reforma y el abandono de asfixiantes reglamentos oficiales y del proteccionismo. Más recientemente ha vuelto a figurar con relatos de reestructuración económica. Sus éxitos, especialmente en materia de software, le han ganado visibilidad y hasta una predicción de que alcanzará a la China e incluso la dejará atrás.
Por ironía, es la China comunista y no la India democrática la que más adelante va en la lucha por liberar su economía de la rigidez propia de la planificación y el enredo de los reglamentos. Varias ventajas de la India: ha sido una democracia desde hace 50 años, el inglés como idioma oficial del país, que hasta ahora ha ayudado a la India en áreas como los call centers y el software, y su sistema jurídico y financiero sofisticado y relativamente independiente, lo mismo que una administración más transparente. Y finalmente, la India desarrolló una clase media antes que la China, lo cual es un beneficio en cuanto a potencial de mercado y destrezas profesionales. Sin embargo, en esa materia la China se está poniendo rápidamente al día.
La India tendrá también que desregular su economía y mejorar su infraestructura, áreas en las cuales la China ya ha realizado grandes progresos. Aun cuando la India tiene una próspera comunidad en ultramar, esta carece de capital y de voluntad para invertir en grande en el país. La India no tiene un Taiwán ni un Hong Kong que le sirva de modelo.
Continuando con la China. A la inversión extranjera se le asignó una función clave en la transferencia de tecnología, y una de las primeras cosas que hizo el liderazgo reformista fue dictar una ley sobre operaciones conjuntas que concedía prioridad a la inversión para actividades de uso intensivo de tecnología y exigir incluir en ellas un socio chino. Gracias al atractivo de su gran mercado doméstico, pudo obtener tecnología en una escala sin precedentes en ningún otro país en vías de desarrollo, culminando en la fundación de centros de investigación y desarrollo. A fin de acelerar el traspaso de tecnología extranjera, se ofrecieron incentivos y privilegios especiales a la inversión en proyectos de uso intensivo de tecnología.
Un funcionario chino dijo que el problema de su país era el “material humano”, lo que quería decir era que sin actualizar la base de recursos humanos, era inútil, o por lo menos de escaso valor, invertir en nuevos equipos o modernizar los procesos. Para mejorar su “material humano”, la China emplea dos estrategias: una reforma fundamental del sistema educativo y un gran esfuerzo por atraer a la patria a los muchos científicos e ingenieros que salieron del país en busca de oportunidades de educación en los países industrializados. Se busca además preparar estudiantes chinos para la economía global, estimulándolos para que estudien en el exterior, sobre todo en ciencias y en ingeniería. Finalmente, las más importantes universidades e instituciones de investigación de la China, que el gobierno designa como las 100 mejores, se han beneficiado con la ayuda de muchas multinacionales. Solo en los Estados Unidos, en el año 2002 – 2003, había 65.000 estudiantes chinos y otros 36.000 de Taiwán y Hong Kong. De Singapur, 160.000 estudiantes salieron al exterior en 2002.
Falsificaciones. En 1998, se calculaba que la venta de productos pirateados o falsificados ascendía a 16.000 millones de dólares al año; posteriores informes elevaban esta cifra a 24.000 millones de dólares. Más de la mitad de las motocicletas que se venden en la China son imitaciones de marcas japonesas como Honda y Yamaha. Lo mismo se puede decir de otros productos como cuchillas de afeitar, teléfonos celulares, gomas de mascar, champú, discos DVD y programación para Windows XP. Productos relacionados con la seguridad, como los repuestos para automóvil y los medicamentos, también se falsifican. La autoridad central no está dispuesta a proceder contra una industria que emplea a millones de personas. Otra práctica corrupta que sostiene la producción y flujo de bienes falsos es el contrabando. Según algunos cálculos los artículos falsos representan cerca del 7% del comercio global. China se niega a detener la exportación de bienes falsificados aun cuando se le presenten pruebas evidentes.
La edición europea de Time trae un ejemplo: un narcotraficante que paga 47.000 dólares por un kilo de cocaína y lo vende en las calles por 94.000. o sea con un 100% de utilidad. Como alternativa, puede comprar 1.500 ejemplares pirateados del programa de Microsoft Office 2000 y echarse al bolsillo 900% de utilidad.
El surgimiento chino. En los Estados Unidos, la China es la líder en las categorías de calzado, juguetes y muebles de madera y con la expiración del acuerdo sobre multifibras y el ingreso de la China a la Organización Mundial del Comercio, se prepara para apoderarse de los tejidos y la ropa. Cuando se eliminaron las cuotas de maletas de viaje de fibras artificiales, el precio unitario cayó a la mitad y la participación de la China aumentó cinco veces. En el mismo período, las importaciones de maletas hechas en México a los Estados Unidos cayeron a la mitad y obligaron al cierre de varias fábricas. China aumentará su participación en el mercado global de ropa su actual 17% al 45% en la segunda mitad de la década.
México pierde terreno. Este país gozó de una doble ventaja sobre sus competidores del tercer mundo: Proximidad geográfica y acceso libre de aranceles generado por el NAFTA. El valor de la vecindad se ha ido erosionando paulatinamente. México sigue siendo competitivo en automovilística y en equipos de cómputo, pero pierde terreno en equipos telefónicos, aparatos electrodomésticos y conjuntos eléctricos, como transformadores. En textiles y ropa, que representan el 6% de las exportaciones mexicanas, el impacto ha sido devastador. La participación en el mercado estadounidense de sostenes femeninos hechos en México bajó del 47% en 2001 al 6% en 2004, mientras que la de la China subió del 5 al 67%. De las 1.122 maquiladoras de ropa que había en enero de 2001 en México, ya se han cerrado 325. Cofose, una organización mexicana que promueve el comercio exterior, organizó un viaje a la China. Los visitantes encontraron que la China era superior en todo: que tenía una visión nacional más fuerte, buena planeación a largo plazo, un clima de inversión más favorable (reglamentos claros, incentivos de impuestos, orden y seguridad), trabajadores más baratos y más productivos, y un costo más bajo de materias primas
La mayor parte de los miembros de la Asociación de Países del Sudeste de Asia tiene superávit de comercio con la China, a la cual le venden todo. Los países de América Latina, del subcontinente indio, de Europa oriental y de las antiguas repúblicas soviéticas, del África, el Oriente Medio y el Asia Central están apeteciendo grandes cantidades de productos chinos.
Volkswagen ya ha empezado a exportar sus vehículos hechos en la China. Honda ha construido la primera fábrica únicamente para exportación. Es lógico esperar que los fabricantes de los Estados Unidos y Europa serán afectados.
Una manera de hacer frente al reto de la China es una alianza entre un fabricante de un país desarrollado, que posee tecnología, los procesos necesarios y el mercado, y un productor de un tercer país que cuenta con una base más baja de costos.
6.4 millones de empleos estadounidenses se los llevó la competencia extranjera entre 1970 y 1990, o sea una tercera parte de los 17 millones de oficios en manufactura.
Los costos no son sólo los de mano de obra, estos apenas representan un 10%, ni el único criterio para tomar una decisión cuando se trata de hacer una inversión; también son importantes el ambiente de impuestos y los reglamentos, la proximidad a los clientes y la disponibilidad de experiencia. En general, las compañías estudian tres factores: las condiciones del lugar de destino (como los incentivos para la inversión y el régimen tributario); las condiciones del punto de partida (como los costos unitarios); y los costos de cerrar la producción en el punto de origen.
Pago por hora de manufacturación, 2002: USA $ 21,33, Europa 20,18, Japón 18,83, Corea 9,16, Singapur 7,27, Taiwán 5,41, Brasil 2,57, México 2,35, China 0,69.
La ventaja en materia de costos laborales en la China se aplica también a los empleos relacionados con tecnología. En 2002, el sueldo de un ingeniero chino era por término medio de sólo 8,135 dólares, ocho veces menos que el nivel general en los Estados Unidos.
Mientras que el Japón y Corea abandonaron gradualmente los sectores de artículos baratos para captar los márgenes altos, la China ha empezado a pasar al extremo superior sin abandonar el extremo inferior. La amplitud de la oferta es especialmente atractiva para los grandes importadores y minoristas de los Estados Unidos, que buscan un mismo abastecedor para satisfacer diversas y cambiantes necesidades. Además de ofrecer mayor diversidad de productos, la China ha penetrado con mayor rapidez que los países que la precedieron en los mercados globales. Empezó por aprovechar una inversión extranjera mucho mayor y confió en las exportaciones de las multinacionales con avanzada tecnología, marcas registradas bien conocidas, canales de distribución ya establecidos y conocimiento íntimo de los mercados globales. Los productores chinos evitaron la costosa necesidad de crear identidad de marcas de fábrica, redes de distribución y de servicio, vendiendo en cambio bajo el nombre de otro. Las casas de descuento como Wal-Mart, Target, Best Buy y Circuit City compiten por precio y están dispuestas a vender en sus tiendas marcas relativamente desconocidas. Tendencias parecidas se observan en el Japón, donde las casas de descuento como las “tiendas de 100 yenes” se cuentas entre las más entusiastas importadoras de mercancía china. Europa, cuyo mercado minorista sigue bastante fragmentado, está un poco atrasada, pero eso también está cambiando. El atractivo de las tradicionales marcas de fábrica ha disminuido.
Wal-Mart, que es la mayor minorista del mundo, importa más del 10% de los productos chinos que entran a los Estados Unidos. En 2002 compró bienes chinos por valor de 12.000 millones de dólares.
Vale la pena mirar una muestra de EU, en puntaje sobre la calidad de la manufactura China en relación con otros países en competencia: Japón 13.46, Alemania 13.14, Estados Unidos 12.87, Malasia 8.74, China 8.40, México 8.19, Brasil 8.06.
La demanda china está presionando hacia arriba los precios del cobre, el titanio, el níquel, el caucho, el mineral de hierro, el acero, el carbón y el petróleo, y hasta el cartón. Así como la inversión pasó de la agricultura a la manufactura, una buena porción del capital y de los recursos humanos se desplazarán en China al sector de servicios.
Los avances estadounidenses en maquinaria agrícola, fueron posibles, entre otras cosas, porque el país siguió siendo un gran productor de frutos de la tierra, con importantes incrementos en productividad. Esto creó una demanda y ofreció un campo de ensayo para nuevos inventos, muchos de los cuales se aprovecharon de la industria fabril. El sector manufacturero desempeña el papel de motor de la innovación y realiza el 62% de la investigación y el desarrollo. ¿Puede repetirse esa proeza en el futuro agrícola cuando ya no se cuenta con industrias de apoyo?
Proyección optimista. Se pide insistentemente una modificación gradual del tipo de cambio y hay indicios de que el gobierno analiza esta medida para evitar una eventual inflación monetaria. Vendrán al mismo tiempo otras medidas para abrir el mercado chino y para abandonar paulatinamente los subsidios; también habrá que hacer un esfuerzo serio en comprar lo estadounidense, a fin de lograr que el déficit disminuya y aliviar las presiones inflacionarias.
Proyección pesimista. Se habla de una crisis entre los Estados Unidos y la China, que culminaría en un choque con consecuencias económicas, políticas y de seguridad nacional. Presionados por la pérdida de empleos, el gobierno y el Congreso de los Estados Unidos podrían adoptar medidas proteccionistas, arancelarias u otras, e ir más allá de las cuotas aprobadas por la OMC. Los sindicatos obreros americanos continuarán atacando la violación de los derechos humanos y a la vez, China continuará defendiendo su industria. No es probable que el Asia, ni Europa respalden ninguna posición agresiva contra China. La opinión pública mundial tampoco ayudaría. Muchos seguirán viendo a Estados Unidos como el negociante desleal. Sintiéndose cada vez más aislados, los Estados Unidos sintonizarían opiniones locales más bien que las internacionales. La China podría llegar a inundar los mercados con sus inmensas reservas de dólares y producir una crisis de esta moneda y una crisis financiera global. Esas reservas llegaban a finales del año pasado a US$ 1 billón de dólares y ahora se han incrementado en cerca del 30%. Tal composición de lugar es posible, pero no probable.
Una baja en la tasa de crecimiento de la China la lanzaría a una crisis de empleo. Por otra parte, la desigualdad entre el litoral y el interior del país y entre los ricos y pobres está aumentando día a día, lo cual podría aumentar el resentimiento y erosionar más aun la frágil legitimidad del régimen comunista. En tal ambiente, una fuerte y súbita valorización de la moneda podría causar intranquilidad social e iniciar una violenta reacción. Una caída en la demanda interna haría que la China arroje su inmensa capacidad a los mercados mundiales, y dado el exceso mundial de capacidad en muchas industrias, el impacto sería devastador. Los competidores extranjeros se verían obligados a vender con pérdida, los gobiernos fijarían aranceles de emergencia y los exportadores verían menos mercados abiertos. El resultado final sería una depresión mundial.
Una consecuencia crucial del actual auge de la China será la crisis de algunas economías en vías de desarrollo que encuentran difícil competir con ella en exportaciones y en atraer inversión. Países que viven de industrias de uso intensivo de mano de obra, sobre todo la de ropa, serán duramente golpeados. Un punto crucial, es mientras la China desregulariza su economía, en Latinoamérica poca importancia se le presta a este factor. Las naciones latinoamericanas, encabezadas por México, ven evaporarse algunos de los beneficios del NAFTA por los cuales tanto se luchó, y a no dudar ejercerán presión sobre los Estados Unidos para que limiten las importaciones de la China. Si México y sus vecinos del sur siguen perdiendo empleos fabriles, aumentará la inmigración ilegal a los Estados Unidos, pero los inmigrantes encontrarán esta vez menos oportunidades.
Francisco Mejía Vélez
Agosto de 2007
sábado, 17 de marzo de 2007
LA GIRA DE BUSH Y LA ANTIGIRA DE CHAVEZ
Este articulo de mi autoría fue publicado recientemente en los periodicos del Grupo Joly de Andalucía.
Jorge Rodríguez Mancera
Se cumplió la promocionada gira de Bush por 5 países de iberoamérica, cargada de ilusiones en el sur pero vacía de ayudas efectivas, porque los exiguos saldos de su chequera están destinados a mitigar su obsesión contra el terrorismo. Manos vacías porque la región no demanda mayores esfuerzos económicos para contar con la tradicional obsecuencia y sumisión de sus gobernantes, con algunas excepciones, y porque la geopolítica la ha relegado a ser el “patio trasero del coloso del norte”. Pero pasemos revista rápidamente a la fugaz correría del Sr. Bush .
Arrancó en Brasil, el mayor país y la mayor economía del sur, con un gobernante de izquierda moderada, de hábil pragmatismo, como para bailar en la cuerda floja de las protestas y desórdenes provocados por sus propios correligionarios y brindar al mismo tiempo con el “repudiado”. Allí se firmó el acuerdo más importante de su periplo, una cooperación tecnológica para la producción de biocombustibles sustitutos de los hidrocarburos, para disminuir la dependencia de Estados Unidos del petróleo importado. Sin duda un importante logro para Bush porque se beneficia de la experiencia y conocimiento brasilero en estas materias, avanza en el mejoramiento de su ecuación energética y en lo político intenta vulnerar la alianza de Lula con Chávez y debilitar el Mercosur como esquema de integración económica.
Del país más grande al más pequeño, Uruguay, con otro gobierno de izquierda muy moderada, miembro también del Mercosur pero con desavenencias delicadas con Argentina y una política comercial diferente a la de sus socios, mas proclive al libre comercio, razón principal de la invitación a Bush para buscar un Tratado de Libre Comercio TLC con EU, algo muy negativo para el desarrollo y consolidación del mercado regional. Mientras el Presidente Vásquez agasajaba a su invitado con un suculento asado, los manifestantes protestaban su presencia, y en Argentina el Presidente Chávez de Venezuela, iniciaba con el mandatario argentino su gira anti Bush, empleando todo su arsenal retórico y un maletín con petrodólares, para adelantar proyectos conjuntos y apoyar al país austral ante sus limitaciones financieras provocadas por el no pago de su deuda.
A Colombia, su principal aliado en la región, regida por el Presidente Uribe, el más derechista de los visitados, paradójicamente le dedicó solo 7 horas, en medio del dispositivo de seguridad más espectacular de la gira, protegido por tierra y aire en su rauda caravana de blindados, para conversar de su TLC y del Plan Colombia diseñado para combatir la guerrilla de las FARC y los narcocultivos. Otros temas de interés para Colombia como los ilegales en EU y el impulso a los biocombustibles no tuvieron mayor acogida. Tampoco Bush prestó atención a los escándalos de la parapolítica de amigos y hasta funcionarios del gobierno y congresistas de su bancada. Nada garantizó, por el ambiente hostil en el Congreso a los proyectos de interés para Uribe, solo quedaron los desastres producidos por los manifestantes enardecidos por su presencia y una triste imagen internacional para el país de ser el más violento del área, a pesar de lo invertido en su seguridad. Fue patético el espectáculo brindado por los guardias de Bush revisando uno a uno los fusiles de los militares colombianos encargados de recibir al visitante.
A Guatemala, otro de sus amigos de la extrema derecha, le dedicó día y medio, con el mismo menú de agasajos y protestas, para tratar temas de narcotráfico, violencia y corrupción, de una parte, y reclamos de inmigración y deportación de guatemaltecos ilegales en EU. Como en Colombia, mas apoyo personal a los mandatarios en aprietos por sus escándalos y dificultades que compromisos útiles para el país y sus gentes.
Finalmente México, otro de sus aliados de derecha, con un Presidente de frágil respaldo popular, pero en busca de rescatar la independencia perdida por este país, y con serias dificultades en las relaciones con su vecino por el tema de los inmigrantes y el muro oprobioso decidido justamente por Bush. Hubo solo promesas de impulsar una nueva ley de inmigración para mejorar el trato a los mexicanos ilegales ante el fracaso del TLC suscrito diez años atrás para generar empleo. También el narcotráfico fue tema de la agenda, sellándose con la inútil promesa de Bush de seguir luchando para disminuir el consumo en EU.
Por su parte Chávez se desplazó a Bolivia, cuando Bush fue a Colombia, con ayuda para los damnificados por las lluvias y con su retórica antiimperialista. Luego llegó a Nicaragua siguiéndole los pasos por Centroamérica y llevando a su amigo Daniel Ortega ayuda energética al compás de sus diatribas y acusaciones contra Bush. Y finalmente lo despidió desde Jamaica con el mismo concierto vociferante y dando valiosa ayuda petrolera para los isleños.
En síntesis, una gira de alcance geopolítico y con narco motivaciones, orientada a dividir, a Latinoamérica, debilitar a Chávez en su estrategia de impulsar a la región hacia un modelo de integración distinto del norteamericano, una acción desesperada por mostrar una voluntad más positiva hacia los inmigrantes latinos y una política internacional de corte mas amable que la de las certificaciones. Una gira para apoyar a sus gobernantes amigos pero reveladora del creciente repudio de los sectores populares a su persona y a su gobierno, un balance pobre para todos y preocupante para EU por el abandono de su “patio trasero”.
Jorge Rodríguez Mancera
Se cumplió la promocionada gira de Bush por 5 países de iberoamérica, cargada de ilusiones en el sur pero vacía de ayudas efectivas, porque los exiguos saldos de su chequera están destinados a mitigar su obsesión contra el terrorismo. Manos vacías porque la región no demanda mayores esfuerzos económicos para contar con la tradicional obsecuencia y sumisión de sus gobernantes, con algunas excepciones, y porque la geopolítica la ha relegado a ser el “patio trasero del coloso del norte”. Pero pasemos revista rápidamente a la fugaz correría del Sr. Bush .
Arrancó en Brasil, el mayor país y la mayor economía del sur, con un gobernante de izquierda moderada, de hábil pragmatismo, como para bailar en la cuerda floja de las protestas y desórdenes provocados por sus propios correligionarios y brindar al mismo tiempo con el “repudiado”. Allí se firmó el acuerdo más importante de su periplo, una cooperación tecnológica para la producción de biocombustibles sustitutos de los hidrocarburos, para disminuir la dependencia de Estados Unidos del petróleo importado. Sin duda un importante logro para Bush porque se beneficia de la experiencia y conocimiento brasilero en estas materias, avanza en el mejoramiento de su ecuación energética y en lo político intenta vulnerar la alianza de Lula con Chávez y debilitar el Mercosur como esquema de integración económica.
Del país más grande al más pequeño, Uruguay, con otro gobierno de izquierda muy moderada, miembro también del Mercosur pero con desavenencias delicadas con Argentina y una política comercial diferente a la de sus socios, mas proclive al libre comercio, razón principal de la invitación a Bush para buscar un Tratado de Libre Comercio TLC con EU, algo muy negativo para el desarrollo y consolidación del mercado regional. Mientras el Presidente Vásquez agasajaba a su invitado con un suculento asado, los manifestantes protestaban su presencia, y en Argentina el Presidente Chávez de Venezuela, iniciaba con el mandatario argentino su gira anti Bush, empleando todo su arsenal retórico y un maletín con petrodólares, para adelantar proyectos conjuntos y apoyar al país austral ante sus limitaciones financieras provocadas por el no pago de su deuda.
A Colombia, su principal aliado en la región, regida por el Presidente Uribe, el más derechista de los visitados, paradójicamente le dedicó solo 7 horas, en medio del dispositivo de seguridad más espectacular de la gira, protegido por tierra y aire en su rauda caravana de blindados, para conversar de su TLC y del Plan Colombia diseñado para combatir la guerrilla de las FARC y los narcocultivos. Otros temas de interés para Colombia como los ilegales en EU y el impulso a los biocombustibles no tuvieron mayor acogida. Tampoco Bush prestó atención a los escándalos de la parapolítica de amigos y hasta funcionarios del gobierno y congresistas de su bancada. Nada garantizó, por el ambiente hostil en el Congreso a los proyectos de interés para Uribe, solo quedaron los desastres producidos por los manifestantes enardecidos por su presencia y una triste imagen internacional para el país de ser el más violento del área, a pesar de lo invertido en su seguridad. Fue patético el espectáculo brindado por los guardias de Bush revisando uno a uno los fusiles de los militares colombianos encargados de recibir al visitante.
A Guatemala, otro de sus amigos de la extrema derecha, le dedicó día y medio, con el mismo menú de agasajos y protestas, para tratar temas de narcotráfico, violencia y corrupción, de una parte, y reclamos de inmigración y deportación de guatemaltecos ilegales en EU. Como en Colombia, mas apoyo personal a los mandatarios en aprietos por sus escándalos y dificultades que compromisos útiles para el país y sus gentes.
Finalmente México, otro de sus aliados de derecha, con un Presidente de frágil respaldo popular, pero en busca de rescatar la independencia perdida por este país, y con serias dificultades en las relaciones con su vecino por el tema de los inmigrantes y el muro oprobioso decidido justamente por Bush. Hubo solo promesas de impulsar una nueva ley de inmigración para mejorar el trato a los mexicanos ilegales ante el fracaso del TLC suscrito diez años atrás para generar empleo. También el narcotráfico fue tema de la agenda, sellándose con la inútil promesa de Bush de seguir luchando para disminuir el consumo en EU.
Por su parte Chávez se desplazó a Bolivia, cuando Bush fue a Colombia, con ayuda para los damnificados por las lluvias y con su retórica antiimperialista. Luego llegó a Nicaragua siguiéndole los pasos por Centroamérica y llevando a su amigo Daniel Ortega ayuda energética al compás de sus diatribas y acusaciones contra Bush. Y finalmente lo despidió desde Jamaica con el mismo concierto vociferante y dando valiosa ayuda petrolera para los isleños.
En síntesis, una gira de alcance geopolítico y con narco motivaciones, orientada a dividir, a Latinoamérica, debilitar a Chávez en su estrategia de impulsar a la región hacia un modelo de integración distinto del norteamericano, una acción desesperada por mostrar una voluntad más positiva hacia los inmigrantes latinos y una política internacional de corte mas amable que la de las certificaciones. Una gira para apoyar a sus gobernantes amigos pero reveladora del creciente repudio de los sectores populares a su persona y a su gobierno, un balance pobre para todos y preocupante para EU por el abandono de su “patio trasero”.
jueves, 8 de marzo de 2007
TERRORISMO Y DIALOGOS DE DISTRACCION
Jorge Rodríguez Mancera
El atentado perpetrado por ETA en el aeropuerto de Barajas, tuvo repercusiones enormes en el Gobierno y en la sociedad, cumpliendo así con los propósitos de sus autores de generar terror y desconcierto. Terror como expresión del anhelo humano de sobrevivir y de nuevo volver a las coordenadas del miedo, y desconcierto en el Gobierno de Rodríguez Zapatero, jugado a fondo por un arreglo final con ETA, aún a pocas horas del estallido. Su reacción inmediata fue poner punto final al proceso, convalidando así el éxito de la operación, llenando de júbilo a la radical oposición porque quedaba virtualmente como en el comienzo de su gobierno pero ya ad portas de su terminación.
Esta tragedia me recuerda de alguna manera la vivida por Colombia cuando el Presidente Pastrana accedió al gobierno con la promesa de alcanzar la paz con la guerrilla de las FARC y puso en marcha un proceso también de diálogos con su dirigencia. Allí se adelantaron conversaciones con participación de políticos, empresarios y religiosos muy representativos de la dirigencia colombiana, en un lugar escogido por los líderes guerrilleros y con presencia de todos los medios de comunicación, y como aquí, la sociedad colombiana vivió la ilusión de tener una paz a corto plazo, y algunos hasta pensaron en el Premio Nóbel de Paz para Pastrana. Ilusiones todas fugaces porque las FARC reactivaron al poco tiempo sus actividades y cuando secuestraron un avión comercial y capturaron con fines extorsivos a un senador a bordo, a Pastrana no le quedo mas alternativa que dar por terminado su intentona de paz y reiniciar, ya al término de su período, la misma guerra de tantas décadas y tantos muertos y desplazados.
A pesar de las diferencias en los objetivos de cada uno de estos conflictos, la separación del País Vasco de España para ETA y la realización de una serie de reformas estructurales para transformar a Colombia en un Estado de corte socialista, son evidentes las similitudes en la aplicación de los procedimientos utilizados para alcanzarlos, tales como la lucha armada, la estrategia de guerrillas urbanas o rurales, la prolongación indefinida del conflicto, los atentados generalizados, el uso del terrorismo como forma de lucha y la apelación a la estrategia de diálogos y promesas de negociación.
“Mejor echar lengua que echar bala” se dijo, pensando en una evolución positiva de las partes luego de 40 años de indefinida y estéril confrontación. Pero, sobre qué bases se dialogaría? Principalmente sobre dos pilares: Primero, suspender los ataques y atentados, ubicar un lugar seguro para adelantar las conversaciones, y segundo, estar dispuestos a discutir los objetivos perseguidos con la lucha armada. Interesante planteamiento en teoría, sobre la forma de encarar el problema, pero en el fondo, cual su sinceridad y viabilidad? Porque para alcanzar resultados concretos de paz, el diálogo debería partir de la decisión de ETA de abandonar su aspiración a tener un País Vasco separado de España y consentir solo la introducción de algunas reformas para mejorar su actual condición autonómica? Igualmente, aceptarían las FARC conversar sobre reformas sin afectar los intereses de los poderosos de Colombia, como se hizo en Centroamérica? O los gobiernos y las dirigencias de cada país acogerían las peticiones básicas de los rebeldes como punto de partida?
Seria posible adoptar alguna de estas opciones, dada la imposibilidad de una victoria militar y el desgaste luego de 40 años de desencuentros, la eficacia relativa de la estrategia guerrillera, recordemos Vietnam, la entronización del terrorismo basado no solo en las armas convencionales si no en las inmolaciones de los cuerpos humanos, evidencias de la voluntad de mantener el conflicto hasta cuando las ideas, trasmitidas de generación en generación, se hagan realidad?.
Pero como esta situación esta politizada al máximo, el atentado de Barajas podría sólo brindarle a la oposición una oportunidad similar a la ofrecida a Uribe en Colombia con el fracaso de los diálogos de paz de Pastrana, para acceder de nuevo al poder y retomar la estrategia de guerra para enfrentar a sus contradictores. Porque los “duros” de parte y parte son “señores de la guerra” y la guerra es un modus vivendi desde tiempos inmemoriales, un negocio muy lucrativo para los poderosos, los fabricantes y poseedores de armas, máximos exponentes de la ambición, la codicia y la decadencia del ser humano, y mientras no haya nuevos conflictos se procurara mantener los existentes. En este contexto, la guerra sigue siendo para ellos un medio indispensable de poder y dominación, el terrorismo su contraparte inevitable, y los diálogos un sofisma de distracción para engatusar los anhelos de tranquilidad de las atemorizadas gentes. Dialogar por dialogar porque no hay nada para negociar ni nadie dispuesto realmente a hacerlo, esa seguiría siendo la triste realidad.
El atentado perpetrado por ETA en el aeropuerto de Barajas, tuvo repercusiones enormes en el Gobierno y en la sociedad, cumpliendo así con los propósitos de sus autores de generar terror y desconcierto. Terror como expresión del anhelo humano de sobrevivir y de nuevo volver a las coordenadas del miedo, y desconcierto en el Gobierno de Rodríguez Zapatero, jugado a fondo por un arreglo final con ETA, aún a pocas horas del estallido. Su reacción inmediata fue poner punto final al proceso, convalidando así el éxito de la operación, llenando de júbilo a la radical oposición porque quedaba virtualmente como en el comienzo de su gobierno pero ya ad portas de su terminación.
Esta tragedia me recuerda de alguna manera la vivida por Colombia cuando el Presidente Pastrana accedió al gobierno con la promesa de alcanzar la paz con la guerrilla de las FARC y puso en marcha un proceso también de diálogos con su dirigencia. Allí se adelantaron conversaciones con participación de políticos, empresarios y religiosos muy representativos de la dirigencia colombiana, en un lugar escogido por los líderes guerrilleros y con presencia de todos los medios de comunicación, y como aquí, la sociedad colombiana vivió la ilusión de tener una paz a corto plazo, y algunos hasta pensaron en el Premio Nóbel de Paz para Pastrana. Ilusiones todas fugaces porque las FARC reactivaron al poco tiempo sus actividades y cuando secuestraron un avión comercial y capturaron con fines extorsivos a un senador a bordo, a Pastrana no le quedo mas alternativa que dar por terminado su intentona de paz y reiniciar, ya al término de su período, la misma guerra de tantas décadas y tantos muertos y desplazados.
A pesar de las diferencias en los objetivos de cada uno de estos conflictos, la separación del País Vasco de España para ETA y la realización de una serie de reformas estructurales para transformar a Colombia en un Estado de corte socialista, son evidentes las similitudes en la aplicación de los procedimientos utilizados para alcanzarlos, tales como la lucha armada, la estrategia de guerrillas urbanas o rurales, la prolongación indefinida del conflicto, los atentados generalizados, el uso del terrorismo como forma de lucha y la apelación a la estrategia de diálogos y promesas de negociación.
“Mejor echar lengua que echar bala” se dijo, pensando en una evolución positiva de las partes luego de 40 años de indefinida y estéril confrontación. Pero, sobre qué bases se dialogaría? Principalmente sobre dos pilares: Primero, suspender los ataques y atentados, ubicar un lugar seguro para adelantar las conversaciones, y segundo, estar dispuestos a discutir los objetivos perseguidos con la lucha armada. Interesante planteamiento en teoría, sobre la forma de encarar el problema, pero en el fondo, cual su sinceridad y viabilidad? Porque para alcanzar resultados concretos de paz, el diálogo debería partir de la decisión de ETA de abandonar su aspiración a tener un País Vasco separado de España y consentir solo la introducción de algunas reformas para mejorar su actual condición autonómica? Igualmente, aceptarían las FARC conversar sobre reformas sin afectar los intereses de los poderosos de Colombia, como se hizo en Centroamérica? O los gobiernos y las dirigencias de cada país acogerían las peticiones básicas de los rebeldes como punto de partida?
Seria posible adoptar alguna de estas opciones, dada la imposibilidad de una victoria militar y el desgaste luego de 40 años de desencuentros, la eficacia relativa de la estrategia guerrillera, recordemos Vietnam, la entronización del terrorismo basado no solo en las armas convencionales si no en las inmolaciones de los cuerpos humanos, evidencias de la voluntad de mantener el conflicto hasta cuando las ideas, trasmitidas de generación en generación, se hagan realidad?.
Pero como esta situación esta politizada al máximo, el atentado de Barajas podría sólo brindarle a la oposición una oportunidad similar a la ofrecida a Uribe en Colombia con el fracaso de los diálogos de paz de Pastrana, para acceder de nuevo al poder y retomar la estrategia de guerra para enfrentar a sus contradictores. Porque los “duros” de parte y parte son “señores de la guerra” y la guerra es un modus vivendi desde tiempos inmemoriales, un negocio muy lucrativo para los poderosos, los fabricantes y poseedores de armas, máximos exponentes de la ambición, la codicia y la decadencia del ser humano, y mientras no haya nuevos conflictos se procurara mantener los existentes. En este contexto, la guerra sigue siendo para ellos un medio indispensable de poder y dominación, el terrorismo su contraparte inevitable, y los diálogos un sofisma de distracción para engatusar los anhelos de tranquilidad de las atemorizadas gentes. Dialogar por dialogar porque no hay nada para negociar ni nadie dispuesto realmente a hacerlo, esa seguiría siendo la triste realidad.
domingo, 18 de febrero de 2007
ES HORA DE TENER UNA POLITICA INTEGRAL DE EMIGRACION
ES HORA DE TENER UNA POLÍTICA INTEGRAL DE EMIGRACIÓN
Héctor Gómez Paniagua
La explosión repentina de la emigración de la clase trabajadora hacia países en donde solucionar los problemas personales derivados de la crisis económica en los últimos años, ha significado para Colombia un hecho social histórico, por la dimensión alcanzada y porque tendrá en el futuro implicaciones no solamente económicas sino políticas de gran trascendencia.
Las características y perfil del emigrante colombiano son muy significativas: provienen en su mayor parte de clases trabajadoras desempleadas, relativamente cualificados, agobiados por sus malas condiciones económicas , con experiencia en trabajos del sector industrial primario y de servicios, iniciado con osadía en una aventura de inmigración ilegal que sabe podía traerle graves consecuencias, con una filosofía de vida individualista de lucha por la supervivencia, con escasos recursos que le obligan a endeudarse en condiciones leoninas preocupantes, y por último, con un nivel cultural localista y provinciano, desconociendo los elementos básicos de la vida en un país desarrollado
Nadie ha estudiado el proceso espontáneo de emigración masiva para entender la velocidad con que se disparó el proceso, pero seguramente tiene que ver con la situación límite en que se encontraban personas que habían disfrutado de un nivel de vida sencillo pero suficiente, y que a través del boca a boca entre familiares y amigos de los primeros aventureros, resolvieron aprovechar una posibilidad arriesgada pero inmediata de solucionar sus problemas. También hay que agradecer a los justamente denigrados “traficantes” que imponiendo condiciones leoninas y muchas veces perversas fueron convenciendo a muchos candidatos, que sin la mentira y el optimismo que les transmitían no hubieran dado nunca el paso tan arriesgado de la emigración ilegal. Aquella era una actividad delictiva pero vista retrospectivamente fue la que favoreció y estimuló la emigración que tanto significado tiene ahora para el país.
En el caso de España, su vinculación al trabajo fue relativamente fácil porque era un momento de avidez de mano de obra, hasta el punto de que todos los inmigrantes de cualquier origen han sido absorbidos por el mercado laboral y en este momento representan un aporte del 1% al PIB español. En cuanto a los colombianos, según su experiencia laboral se fueron esparciendo por toda la geografía española, con gran complacencia de los empleadores medianos y pequeños. Peor lo tuvieron las mujeres, que representan el 60% de los colombianos, porque las que no tenían experiencia en el sector industrial, tuvieron que en principio entrar en el mundo del servicio doméstico, y otras fueron captadas por las mafias y sometidas a la prostitución. Superado el trámite de la legalización, ellas han pasado a trabajar en las grandes empresas en el sector servicios y es cada vez mayor el número de mujeres en la hostelería y el comercio
El llegar a la cifra total tan impresionante de casi 4 millones de personas en un período de tiempo de prácticamente diez años es un proceso tan espectacular que ni el mas avezado programa migratorio gubernamental de ningún país hubiera podido lograr jamás. Ha sido tan rápido y masivo que ha cogido por sorpresa a los últimos gobiernos, que en principio fueron alertados por las autoridades monetarias del potencial de aporte a la riqueza nacional de sus remesas de dinero y por las dificultades que ocasionaron a los funcionarios consulares en aquellos países preferidos como destino. Pero desde el primer momento en que se detectaron esos movimientos masivos de emigración, tendría que por obligación constitucional haberse armado un esquema de atención ciudadana para garantizar a esos compatriotas el disfrute de los derechos que en teoría debe el Estado garantizar a todos los ciudadanos.
Tratándose de un fenómeno tan impactante y ante la evidencia de que la situación ilegal de ese enorme colectivo de compatriotas sería muy complicada, se adelantó una actuación muy tímida ante los gobiernos de los países receptores, tanto en los Estados Unidos para la obtención de un Status temporal, sin mucho éxito, o en España, donde era complicado hacer nada ante la acritud y virulencia del gobierno del Partido Popular respecto a la inmigración, ya que generó un conflicto de opinión al asimilar inmigración con delincuencia y hacer una campaña que consiguió falsamente elevar en los sondeos el problema de la inmigración hasta el segundo lugar de las preocupaciones de los ciudadanos.
Con el ascenso del Partido Socialista al poder y la inclusión de la legalización de los indocumentados en su programa electoral, se abrió un abanico de oportunidades espectacular. Se trataba de ayudar a los casi 700.000 trabajadores ilegales a aprovechar la regularización consiguiendo una oferta de trabajo y algunos documentos fáciles de obtener. Las Asociaciones y ONGs. desempeñaron un papel fundamental ayudándolos en estas gestiones y gracias a ello se logró la formalización de casi la mitad de los aspirantes. Lamentablemente los que trabajaban por su cuenta y muchos empresarios medianos y pequeños que basan su competitividad en el costo mínimo salarial, no podían afrontar esa legalización, porque les representaba en algunos casos hasta un 40% mas de costos. Por eso, después de febrero del 2.005 queda un colectivo muy importante de trabajadores sin papeles que siguen en la clandestinidad o que esperan aprovecharse de un resquicio de la Ley que aprobó la regularización, según el cual se puede obtener por arraigo, demostrando haber vivido en España dos años y denunciando al empleador o tres años sin necesidad de denunciar a nadie.
Las actuaciones del gobierno en relación con los emigrantes llegó con mucho retraso y orientado principalmente a aprovechar ese potencial económico, como el estudiar mecanismos de orientación de las remesas hacia actividades productivas o promover la venta de apartamentos en Colombia organizando ferias inmobiliarias, pero sin criterio de responsabilidad política de considerarlos como ciudadanos, como lo demuestra el que en esas ferias no se promueve el informar al emigrante sobre las ventajas que tendría conseguir créditos muy baratos en España para comprar aquí o allá. Podrían haber tomado decisiones positivas que hubieran aligerado la situación económica personal, como hubiera sido el reducir el costo de los trámites consulares que son demasiado elevados (expedición pasaporte US$108- legalizaciones US$ 31)) y afectan el presupuesto familiar o atender a los que carezcan de medios para subsistir . La visión oficial ha sido de complacencia al comprobar que las remesas superan en 2.006 los US$ 4.000 millones, primer rubro de exportación, pero también en obtener de ellos ingresos consulares con los que pagar el servicio exterior y la Cancillería. Creo que a ninguno se le ha ocurrido que sin ninguna inversión, este sector es el que mas aporta a la riqueza nacional y que no se le devuelve ninguna contraprestación.
El gobierno ha contratado expertos y encargado estudios muy interesantes sobre la problemática de la emigración, los cuales unidos a los que se hacen en organismos internacionales y en España pueden ser base de actuaciones futuras que beneficien a este importante colectivo. Entre esos estudios sobresale el que ha hecho el prestigioso consultor internacional Luis Jorge Garay (Estudios sobre Migraciones Internacionales y Remesas) con el apoyo de la Organización Mundial Migraciones, el DANE y muchas otras entidades oficiales y privadas, que aunaron esfuerzos para elaborar un completo diagnóstico sobre el perfil de la migración internacional del Área Metropolitana Centro Occidental y el impacto de las remesas en los patrones de comportamiento de las familias. Las conclusiones son tan completas que ofrecen todo un repertorio de datos técnico-científicos para cuando se decida diseñar políticas de emigración, ya que la región es muy representativa. Respecto a España, es el destino del 54% de los emigrantes de esa área, tiene un menor nivel de educación que el de USA, un promedio de edad de 34 años y el 54% de ellos son mujeres.
Un detalle muy importante detectado en aquel estudio y en otros hechos por Carlos Malamud en el Instituto Elcano de Madrid y por el BID, es el impacto negativo que produce el que las familias renuncien a trabajar en espera de la llegada de las remesas para su subsistencia, pues se estaría resquebrajando el esquema familiar y su articulación en la sociedad. El otro aspecto negativo subsiguiente es el de que los jóvenes en caso de reagrupación familiar llegan a los países extranjeros y se sienten marginados, con el peligro de vincularse como protección a bandas juveniles que acaban situándose fuera de la Ley.
Otra asesoría contratada por el Ministerio de Relaciones Exteriores es la del antropólogo Gerardo Ardila que con un grupo de expertos ha realizado un estudio titulado “Migraciones, Transnacionalismo y Desplazamiento”publicado por la Universidad Nacional de Colombia. Desde el año 2.003 la Cancillería viene trabajando el tema de las migraciones con el programa “Colombia no Une” que trata de la vinculación con las comunidades de colombianos en el exterior y con el apoyo de la OIM decidió crear una red de investigadores con el objetivo de coordinar las instituciones involucradas en el tema . En 2.004 se instaló la Cátedra Manuel Ancizar de la que se han sacado buenas iniciativas sobre la problemática de las migraciones.
A nivel internacional se ha hablado con profundidad sobre estos temas en la Cumbre de Jefes de Estado de Salamanca de octubre del 2.005, en la Cumbre Unión Europea- América Latina en Viena en mayo del 2.006, y en reuniones de coordinación sobre los problemas con USA, celebradas en México, Cartagena y la ciudad de Antigua, en Guatemala. En las dos cumbres se dejó sentada en forma destacada la importancia que los países dan a los problemas migratorios y el compromiso de enfrentarse a ellos poniendo todo el empeño político de sus gobiernos en solucionarlos.
El Congreso Nacional de Colombia también está interesado en el tema de las migraciones y la presencia de los dos representantes elegidos por los emigrantes en las pasadas elecciones asegura que por dentro se trabajará muy fuerte en temas que beneficien a ese colectivo. Recientemente fue creada la Comisión Accidental Migratoria, integrada por siete senadores y los dos representantes al Cámara elegidos por los emigrantes. Esta Comisión, presidida por la Senadora Piedad Zuccardi de García ha aprobado un programa de trabajo orientado hacia la totalidad de los problemas que afectan al emigrante y con la participación de todas las entidades que tienen alguna injerencia en el tema. Coincide con todas las bases mencionadas por la totalidad de investigadores que he mencionado y hace especial énfasis en que se incluyan las políticas aprobadas en el Plan Nacional de Desarrollo.
Esta larga relación de actividades de entidades públicas y privadas demuestra que el tema de las migraciones está en el primer plano de la actualidad, y eso es conveniente, justo e indispensable si se quiere definir una política oficial en la materia. Pero también ha hecho falta la voluntad política que permitiría al gobierno tomar medidas sin necesidad de esperar a una legislación que pudiera tardar demasiado tiempo en aprobarse. Actuaciones para abaratar el costo de las remesas y las gestiones consulares de los trabajadores, presionar para una fácil homologación de títulos y nombrar personal especializado para mejorar el tratamiento a los compatriotas en los consulados, podría comenzar a aplicarse mientras un Estatuto defina los servicios sociales que el Estado debe dar al ciudadano, fije las reestructuraciones necesarias en los ministerios y disponga los presupuestos para la atención integral del ciudadano, repatriación de insolventes, y lo mas importante, concebir un sistema de incentivos para todos aquellos que se asocien e integren en Comunidades en cada país.
Todos estos trabajos están muy bien y tienen sentido y justificación, pero dejan la impresión de que se trata de investigaciones científicas que ya llevan cuatro años, que todos coinciden en el diagnóstico, y que no llegan al beneficiario final, que debe ser el emigrante, que quiere menos teoría y mas hechos reales que faciliten su vida, sin que sea necesario esperar a que se creen vínculos fluidos de relación con las comunidades en el exterior, sobre las cuales Gerardo Ardila señala en su obra las dificultades para constituirse por la desconfianza y la insolidaridad que caracteriza al colombiano. Esto puede tener origen en el individualismo que genera la precaria situación del desempleado colombiano que lucha a brazo partido para sobrevivir, dejando marcada su personalidad en su visión de la vida y de las relaciones con los demás.
Las características y problemas que cada experto va aportando en sus investigaciones forman un esquema sociológico muy peligroso porque derivará en problemas políticos, culturales, económicos y sociales. La actitud negativa del emigrante debe ser recogida y reconducida dentro de un proceso de reconversión, pues de lo contrario, tendremos mas problemas de convivencia que los que tenemos hoy. No hay duda de que la diáspora va a marcar un sector muy grande de la población. Cuatro millones de personas, el 10% de la población, ejercerán una influencia positiva o negativa en al menos 10 millones de personas que serán su entorno inmediato, y dentro de ellos la juventud puede crecer con una mentalidad abierta, cosmopolita y universal, o encerrados en criterios marginales, localistas, egoístas que cierren su paso al mando globalizado que tendrían que enfrentar en el futuro.
Los estudios hablan mucho del papel de las comunidades, pero en realidad no hay comunidades ni se ha hecho un buen trabajo para organizarlas. En España, a pesar e todos los esfuerzos de la Embajada y el Consulado, es imposible lograr una unión de todas las asociaciones existentes para trabajar conjunta y solidariamente en ningún proyecto, aunque sea beneficioso para sus integrantes. La formación de comunidades se facilitaría en la medida en que estén integradas en una política nacional de defensa del ciudadano en el exterior, en la creación institucional de un órgano permanente de observación y gestión en que ellos sean protagonistas. La idea sería la aprobación legislativa de un Estatuto del Emigrante, similar al que acaba de aprobar el Congreso de España, que recoge todas las prerrogativas que se otorgan al ciudadano que desde el exterior contribuye como el que más en la construcción de la nacionalidad.
España se ha puesto a la cabeza de los países con mejor ”estado de bienestar”, con buenos sistemas universales sanitarios y de educación, con regímenes de pensiones y ayudas no retributivas para personas mayores y sin recursos y con leyes como la de dependencia, que garantiza ayuda personal a todos aquellos que no pueden valerse por si mismas. Tiene una experiencia de mas de cien años de atención a los emigrantes, con políticas que han dado un trato de respeto y consideración a todos los que viven en el exterior, garantizándoles los mismos derechos que al resto de ciudadanos. No han hecho muchos estudios técnico –científicos porque los problemas los conocen a través de un servicio consular que está conectado con el emigrante y atiende con esmero las necesidades de un colectivo que ahora es solo de un millón y medio de personas, con remesas que son la mitad de las que envían los colombinos a sus familias
El gobierno español presentó al parlamento un Proyecto de Ley que reuniera toda la legislación anterior y actualizara las prestaciones y servicios. El resultado ha sido una ley modélica, que debiera servir de modelo para los países exportadores de mano de obra, como Colombia, salvando las diferencias financieras, al ser España una potencia económica con recursos suficientes para organizar un sistema de prestación local de servicios sanitarios integral, de pensiones y seguridad social para los que no los tienen, y culturales, educativos, etc, En nueve meses de trabajo efectivo, con aportaciones de todos los partidos políticos, se aprobó la ley que al final pasó a llamarse Estatuto de la Nacionalidad Española en el Exterior, porque además de atender a las necesidades de los emigrantes, se preocupa por la permanencia de los valores de la nacionalidad y su vínculo ciudadano al facilitar el entronque en el país de los que deciden regresar. Vale la pena estudiar las características de este Estatuto, como curiosidad por la garantía que ofrece un país respetuoso de los derechos de los ciudadanos a los que participan desde el exterior en el esquema de su sociedad, con la envidia que puede darnos el que ellos tienen suficientes recursos y voluntad política para cumplir sus preceptos constitucionales.
www.hegompa@hotmail.com
www.hegompa.blogspot.com
Madrid, febrero de 2.007
Héctor Gómez Paniagua
La explosión repentina de la emigración de la clase trabajadora hacia países en donde solucionar los problemas personales derivados de la crisis económica en los últimos años, ha significado para Colombia un hecho social histórico, por la dimensión alcanzada y porque tendrá en el futuro implicaciones no solamente económicas sino políticas de gran trascendencia.
Las características y perfil del emigrante colombiano son muy significativas: provienen en su mayor parte de clases trabajadoras desempleadas, relativamente cualificados, agobiados por sus malas condiciones económicas , con experiencia en trabajos del sector industrial primario y de servicios, iniciado con osadía en una aventura de inmigración ilegal que sabe podía traerle graves consecuencias, con una filosofía de vida individualista de lucha por la supervivencia, con escasos recursos que le obligan a endeudarse en condiciones leoninas preocupantes, y por último, con un nivel cultural localista y provinciano, desconociendo los elementos básicos de la vida en un país desarrollado
Nadie ha estudiado el proceso espontáneo de emigración masiva para entender la velocidad con que se disparó el proceso, pero seguramente tiene que ver con la situación límite en que se encontraban personas que habían disfrutado de un nivel de vida sencillo pero suficiente, y que a través del boca a boca entre familiares y amigos de los primeros aventureros, resolvieron aprovechar una posibilidad arriesgada pero inmediata de solucionar sus problemas. También hay que agradecer a los justamente denigrados “traficantes” que imponiendo condiciones leoninas y muchas veces perversas fueron convenciendo a muchos candidatos, que sin la mentira y el optimismo que les transmitían no hubieran dado nunca el paso tan arriesgado de la emigración ilegal. Aquella era una actividad delictiva pero vista retrospectivamente fue la que favoreció y estimuló la emigración que tanto significado tiene ahora para el país.
En el caso de España, su vinculación al trabajo fue relativamente fácil porque era un momento de avidez de mano de obra, hasta el punto de que todos los inmigrantes de cualquier origen han sido absorbidos por el mercado laboral y en este momento representan un aporte del 1% al PIB español. En cuanto a los colombianos, según su experiencia laboral se fueron esparciendo por toda la geografía española, con gran complacencia de los empleadores medianos y pequeños. Peor lo tuvieron las mujeres, que representan el 60% de los colombianos, porque las que no tenían experiencia en el sector industrial, tuvieron que en principio entrar en el mundo del servicio doméstico, y otras fueron captadas por las mafias y sometidas a la prostitución. Superado el trámite de la legalización, ellas han pasado a trabajar en las grandes empresas en el sector servicios y es cada vez mayor el número de mujeres en la hostelería y el comercio
El llegar a la cifra total tan impresionante de casi 4 millones de personas en un período de tiempo de prácticamente diez años es un proceso tan espectacular que ni el mas avezado programa migratorio gubernamental de ningún país hubiera podido lograr jamás. Ha sido tan rápido y masivo que ha cogido por sorpresa a los últimos gobiernos, que en principio fueron alertados por las autoridades monetarias del potencial de aporte a la riqueza nacional de sus remesas de dinero y por las dificultades que ocasionaron a los funcionarios consulares en aquellos países preferidos como destino. Pero desde el primer momento en que se detectaron esos movimientos masivos de emigración, tendría que por obligación constitucional haberse armado un esquema de atención ciudadana para garantizar a esos compatriotas el disfrute de los derechos que en teoría debe el Estado garantizar a todos los ciudadanos.
Tratándose de un fenómeno tan impactante y ante la evidencia de que la situación ilegal de ese enorme colectivo de compatriotas sería muy complicada, se adelantó una actuación muy tímida ante los gobiernos de los países receptores, tanto en los Estados Unidos para la obtención de un Status temporal, sin mucho éxito, o en España, donde era complicado hacer nada ante la acritud y virulencia del gobierno del Partido Popular respecto a la inmigración, ya que generó un conflicto de opinión al asimilar inmigración con delincuencia y hacer una campaña que consiguió falsamente elevar en los sondeos el problema de la inmigración hasta el segundo lugar de las preocupaciones de los ciudadanos.
Con el ascenso del Partido Socialista al poder y la inclusión de la legalización de los indocumentados en su programa electoral, se abrió un abanico de oportunidades espectacular. Se trataba de ayudar a los casi 700.000 trabajadores ilegales a aprovechar la regularización consiguiendo una oferta de trabajo y algunos documentos fáciles de obtener. Las Asociaciones y ONGs. desempeñaron un papel fundamental ayudándolos en estas gestiones y gracias a ello se logró la formalización de casi la mitad de los aspirantes. Lamentablemente los que trabajaban por su cuenta y muchos empresarios medianos y pequeños que basan su competitividad en el costo mínimo salarial, no podían afrontar esa legalización, porque les representaba en algunos casos hasta un 40% mas de costos. Por eso, después de febrero del 2.005 queda un colectivo muy importante de trabajadores sin papeles que siguen en la clandestinidad o que esperan aprovecharse de un resquicio de la Ley que aprobó la regularización, según el cual se puede obtener por arraigo, demostrando haber vivido en España dos años y denunciando al empleador o tres años sin necesidad de denunciar a nadie.
Las actuaciones del gobierno en relación con los emigrantes llegó con mucho retraso y orientado principalmente a aprovechar ese potencial económico, como el estudiar mecanismos de orientación de las remesas hacia actividades productivas o promover la venta de apartamentos en Colombia organizando ferias inmobiliarias, pero sin criterio de responsabilidad política de considerarlos como ciudadanos, como lo demuestra el que en esas ferias no se promueve el informar al emigrante sobre las ventajas que tendría conseguir créditos muy baratos en España para comprar aquí o allá. Podrían haber tomado decisiones positivas que hubieran aligerado la situación económica personal, como hubiera sido el reducir el costo de los trámites consulares que son demasiado elevados (expedición pasaporte US$108- legalizaciones US$ 31)) y afectan el presupuesto familiar o atender a los que carezcan de medios para subsistir . La visión oficial ha sido de complacencia al comprobar que las remesas superan en 2.006 los US$ 4.000 millones, primer rubro de exportación, pero también en obtener de ellos ingresos consulares con los que pagar el servicio exterior y la Cancillería. Creo que a ninguno se le ha ocurrido que sin ninguna inversión, este sector es el que mas aporta a la riqueza nacional y que no se le devuelve ninguna contraprestación.
El gobierno ha contratado expertos y encargado estudios muy interesantes sobre la problemática de la emigración, los cuales unidos a los que se hacen en organismos internacionales y en España pueden ser base de actuaciones futuras que beneficien a este importante colectivo. Entre esos estudios sobresale el que ha hecho el prestigioso consultor internacional Luis Jorge Garay (Estudios sobre Migraciones Internacionales y Remesas) con el apoyo de la Organización Mundial Migraciones, el DANE y muchas otras entidades oficiales y privadas, que aunaron esfuerzos para elaborar un completo diagnóstico sobre el perfil de la migración internacional del Área Metropolitana Centro Occidental y el impacto de las remesas en los patrones de comportamiento de las familias. Las conclusiones son tan completas que ofrecen todo un repertorio de datos técnico-científicos para cuando se decida diseñar políticas de emigración, ya que la región es muy representativa. Respecto a España, es el destino del 54% de los emigrantes de esa área, tiene un menor nivel de educación que el de USA, un promedio de edad de 34 años y el 54% de ellos son mujeres.
Un detalle muy importante detectado en aquel estudio y en otros hechos por Carlos Malamud en el Instituto Elcano de Madrid y por el BID, es el impacto negativo que produce el que las familias renuncien a trabajar en espera de la llegada de las remesas para su subsistencia, pues se estaría resquebrajando el esquema familiar y su articulación en la sociedad. El otro aspecto negativo subsiguiente es el de que los jóvenes en caso de reagrupación familiar llegan a los países extranjeros y se sienten marginados, con el peligro de vincularse como protección a bandas juveniles que acaban situándose fuera de la Ley.
Otra asesoría contratada por el Ministerio de Relaciones Exteriores es la del antropólogo Gerardo Ardila que con un grupo de expertos ha realizado un estudio titulado “Migraciones, Transnacionalismo y Desplazamiento”publicado por la Universidad Nacional de Colombia. Desde el año 2.003 la Cancillería viene trabajando el tema de las migraciones con el programa “Colombia no Une” que trata de la vinculación con las comunidades de colombianos en el exterior y con el apoyo de la OIM decidió crear una red de investigadores con el objetivo de coordinar las instituciones involucradas en el tema . En 2.004 se instaló la Cátedra Manuel Ancizar de la que se han sacado buenas iniciativas sobre la problemática de las migraciones.
A nivel internacional se ha hablado con profundidad sobre estos temas en la Cumbre de Jefes de Estado de Salamanca de octubre del 2.005, en la Cumbre Unión Europea- América Latina en Viena en mayo del 2.006, y en reuniones de coordinación sobre los problemas con USA, celebradas en México, Cartagena y la ciudad de Antigua, en Guatemala. En las dos cumbres se dejó sentada en forma destacada la importancia que los países dan a los problemas migratorios y el compromiso de enfrentarse a ellos poniendo todo el empeño político de sus gobiernos en solucionarlos.
El Congreso Nacional de Colombia también está interesado en el tema de las migraciones y la presencia de los dos representantes elegidos por los emigrantes en las pasadas elecciones asegura que por dentro se trabajará muy fuerte en temas que beneficien a ese colectivo. Recientemente fue creada la Comisión Accidental Migratoria, integrada por siete senadores y los dos representantes al Cámara elegidos por los emigrantes. Esta Comisión, presidida por la Senadora Piedad Zuccardi de García ha aprobado un programa de trabajo orientado hacia la totalidad de los problemas que afectan al emigrante y con la participación de todas las entidades que tienen alguna injerencia en el tema. Coincide con todas las bases mencionadas por la totalidad de investigadores que he mencionado y hace especial énfasis en que se incluyan las políticas aprobadas en el Plan Nacional de Desarrollo.
Esta larga relación de actividades de entidades públicas y privadas demuestra que el tema de las migraciones está en el primer plano de la actualidad, y eso es conveniente, justo e indispensable si se quiere definir una política oficial en la materia. Pero también ha hecho falta la voluntad política que permitiría al gobierno tomar medidas sin necesidad de esperar a una legislación que pudiera tardar demasiado tiempo en aprobarse. Actuaciones para abaratar el costo de las remesas y las gestiones consulares de los trabajadores, presionar para una fácil homologación de títulos y nombrar personal especializado para mejorar el tratamiento a los compatriotas en los consulados, podría comenzar a aplicarse mientras un Estatuto defina los servicios sociales que el Estado debe dar al ciudadano, fije las reestructuraciones necesarias en los ministerios y disponga los presupuestos para la atención integral del ciudadano, repatriación de insolventes, y lo mas importante, concebir un sistema de incentivos para todos aquellos que se asocien e integren en Comunidades en cada país.
Todos estos trabajos están muy bien y tienen sentido y justificación, pero dejan la impresión de que se trata de investigaciones científicas que ya llevan cuatro años, que todos coinciden en el diagnóstico, y que no llegan al beneficiario final, que debe ser el emigrante, que quiere menos teoría y mas hechos reales que faciliten su vida, sin que sea necesario esperar a que se creen vínculos fluidos de relación con las comunidades en el exterior, sobre las cuales Gerardo Ardila señala en su obra las dificultades para constituirse por la desconfianza y la insolidaridad que caracteriza al colombiano. Esto puede tener origen en el individualismo que genera la precaria situación del desempleado colombiano que lucha a brazo partido para sobrevivir, dejando marcada su personalidad en su visión de la vida y de las relaciones con los demás.
Las características y problemas que cada experto va aportando en sus investigaciones forman un esquema sociológico muy peligroso porque derivará en problemas políticos, culturales, económicos y sociales. La actitud negativa del emigrante debe ser recogida y reconducida dentro de un proceso de reconversión, pues de lo contrario, tendremos mas problemas de convivencia que los que tenemos hoy. No hay duda de que la diáspora va a marcar un sector muy grande de la población. Cuatro millones de personas, el 10% de la población, ejercerán una influencia positiva o negativa en al menos 10 millones de personas que serán su entorno inmediato, y dentro de ellos la juventud puede crecer con una mentalidad abierta, cosmopolita y universal, o encerrados en criterios marginales, localistas, egoístas que cierren su paso al mando globalizado que tendrían que enfrentar en el futuro.
Los estudios hablan mucho del papel de las comunidades, pero en realidad no hay comunidades ni se ha hecho un buen trabajo para organizarlas. En España, a pesar e todos los esfuerzos de la Embajada y el Consulado, es imposible lograr una unión de todas las asociaciones existentes para trabajar conjunta y solidariamente en ningún proyecto, aunque sea beneficioso para sus integrantes. La formación de comunidades se facilitaría en la medida en que estén integradas en una política nacional de defensa del ciudadano en el exterior, en la creación institucional de un órgano permanente de observación y gestión en que ellos sean protagonistas. La idea sería la aprobación legislativa de un Estatuto del Emigrante, similar al que acaba de aprobar el Congreso de España, que recoge todas las prerrogativas que se otorgan al ciudadano que desde el exterior contribuye como el que más en la construcción de la nacionalidad.
España se ha puesto a la cabeza de los países con mejor ”estado de bienestar”, con buenos sistemas universales sanitarios y de educación, con regímenes de pensiones y ayudas no retributivas para personas mayores y sin recursos y con leyes como la de dependencia, que garantiza ayuda personal a todos aquellos que no pueden valerse por si mismas. Tiene una experiencia de mas de cien años de atención a los emigrantes, con políticas que han dado un trato de respeto y consideración a todos los que viven en el exterior, garantizándoles los mismos derechos que al resto de ciudadanos. No han hecho muchos estudios técnico –científicos porque los problemas los conocen a través de un servicio consular que está conectado con el emigrante y atiende con esmero las necesidades de un colectivo que ahora es solo de un millón y medio de personas, con remesas que son la mitad de las que envían los colombinos a sus familias
El gobierno español presentó al parlamento un Proyecto de Ley que reuniera toda la legislación anterior y actualizara las prestaciones y servicios. El resultado ha sido una ley modélica, que debiera servir de modelo para los países exportadores de mano de obra, como Colombia, salvando las diferencias financieras, al ser España una potencia económica con recursos suficientes para organizar un sistema de prestación local de servicios sanitarios integral, de pensiones y seguridad social para los que no los tienen, y culturales, educativos, etc, En nueve meses de trabajo efectivo, con aportaciones de todos los partidos políticos, se aprobó la ley que al final pasó a llamarse Estatuto de la Nacionalidad Española en el Exterior, porque además de atender a las necesidades de los emigrantes, se preocupa por la permanencia de los valores de la nacionalidad y su vínculo ciudadano al facilitar el entronque en el país de los que deciden regresar. Vale la pena estudiar las características de este Estatuto, como curiosidad por la garantía que ofrece un país respetuoso de los derechos de los ciudadanos a los que participan desde el exterior en el esquema de su sociedad, con la envidia que puede darnos el que ellos tienen suficientes recursos y voluntad política para cumplir sus preceptos constitucionales.
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Madrid, febrero de 2.007
viernes, 2 de febrero de 2007
Los TLC de Colombia
La firma de un TLC de Colombia con USA abrió una situación contraria a la tendencia natural de aprovechar los programas de integración para que los países pequeños se defiendan de las políticas de los países desarrollados. Ahora quiere proponer a la Unión Europea otro TLC y yo he escrito este artículo para dar un concepto negativo sobre esa decisión.
NO CONVIENE PLANTEARSE UN TLC CON LA UNION EUROPEA
Héctor Gómez Paniagua
Al tomar posesión de su cargo, el nuevo Ministro de Comercio ha declarado que una prelación suya será negociar un Tratado de Libre Comercio con Europa. Aunque sonaría lógica la idea de agregar al Tratado negociado con USA uno con la otra potencia comercial del mundo, en principio tiene el grave inconveniente de profundizar en el sistema bilateral que parece preferir el Gobierno Nacional en su política exterior, en contraste con la tendencia mundial de las economías emergentes de negociar colectivamente para protegerse frente a las grandes potencias que con sus políticas económicas les frenan en sus deseos de crecer y desarrollarse.
La primera observación que habría que hacer es que la Unión Europea no tendría ningún interés en negociar un Acuerdo con un país tan insignificante en su comercio exterior como lo es Colombia, que representa un 0,2 % del total de sus exportaciones y un 0,3% de sus importaciones. Para ello tendría que poner en marcha un complejo sistema administrativo, en un momento en que su agenda está en temas trascendentales como las consecuencias de la ampliación, las negociaciones con USA, la Ronda de Doha, las solicitudes de asociación pendientes, las iniciativas para acuerdos con MERCOSUR, etc. Además, así como USA trata este tema en función de sus intereses políticos en la región, los intereses de la Unión Europea frente a Latinoamérica son fundamentalmente económicos.
Debe ser sorprendente para un técnico europeo de la Comisión, que ha vivido el cumplimiento exacto de los plazos derivados de la integración europea hasta el éxito final de la ampliación a 25 miembros, comprobar que después de 40 años el Grupo Andino con menos conflictos y con economías primarias y complementarias, no haya logrado siquiera un Arancel Externo Común y que ahora se desarticule con el retiro de Venezuela y la negociación bilateral de TLCs. del Perú, Ecuador y Colombia con los Estados Unidos. Como el Grupo Andino durante décadas fue un interlocutor importante en la política europea de promover las integraciones regionales y de hecho le ha suministrado fondos y asesorías para lograrlo, procurarán influir para que se restablezca ese programa subregional y en tal caso si estaría dispuesta a negociar NO un TLC sino un Acuerdo de Asociación, que es lo que prefieren para este tipo de países.
De todas formas, volviendo a la propuesta ministerial de negociar un TLC, basta con analizar las estadísticas de nuestro comercio para ver que no tiene ningún sentido, salvo que se quiera renunciar a los aranceles que pagan sus mercancías al entrar en Colombia. En el caso de Europa tenemos un Sistema General de Preferencias que alcanza prácticamente el espectro total de nuestra oferta exportable, y a diferencia de Estados Unidos es mas fácil lograr su renovación con el apoyo de pocos países, gracias a la sensibilidad de los europeos por nuestros problemas de desarrollo y las consecuencias negativas del narcotráfico. En Europa, como lo es en USA, nuestro problema no es de facilidades arancelarias por tener ya un sistema preferencial muy generoso. Nuestro problema es que no tenemos una oferta exportable gestionada estratégicamente, suficiente, estable, novedosa y competitiva, para aprovechar un mercado potencial enorme, abierto a la globalización.
Como el comercio exterior hay que analizarlo en períodos largos para analizar ciclos y tendencias, vemos que en el año 1.996 exportamos a Europa US$ 2.470 millones y 10 años después, en 2.005, les habíamos vendido US$ 2.814 millones, es decir un 14% de aumento. Pero si analizamos la composición de ese comercio, comprobamos con tristeza que productos primarios como el carbón y el ferroníquel han aupado las exportaciones por el aumento desproporcionado de sus precios en el mercado internacional, y aunque también han crecido las cifras de exportación de productos con mayor valor agregado como los productos industriales o los manufacturados, con subidas del 28% y 55% respectivamente, por su poca cuantía no influyen en las cifras totales. En cambio baja la industria ligera, con confecciones, textiles, calzado, artículos de cuero, etc, que son los que eventualmente más aprovecharían el Libre Comercio. En casos como los camarones que tienen tanto éxito en España no se venden porque la producción está agotada y se orienta a otros mercados. Las flores, que no pagan aranceles, crecen vegetativamente porque tienen que enfrentarse a un mercado saturado y competir con otros países como Ecuador que tampoco pagan aranceles.
Debemos analizar estos argumentos dentro de la situación actual, en que el gobierno registra con satisfacción cifras espectaculares de exportaciones totales que nunca habían crecido a ritmos tan elevados, pudiendo llegar en 2,006 a tener un aumento de casi el 20% hasta aproximadamente US$ 23.000 mill. de dólares, y ventas a Europa que crecieron un 24,9% y que llegarán a cerca de US$ 3.300 millones. Pero un hecho importante a tener en cuenta es que los volúmenes totales de lo exportado son considerablemente menores, lo que demuestra un retroceso real. En los últimos tres años, de los que tenemos estadísticas del período enero/noviembre, vemos como las exportaciones a Europa de productos primarios representan 86,8% del total exportado, que en conjunto tuvieron un aumento del 71%, el ferroníquel un 49,6%, carbón 26.8%, café 76%, Camarones el 62%., etc., etc, pero que el volumen total pasó en tres años de 21 millones a 5,9 millones de toneladas.
Lo anterior demuestra que nuestras exportaciones habían descendido vertiginosamente a mediados de la década y que solo en los últimos tres años estamos recuperando los valores aunque no los volúmenes tradicionales. En resumen, contamos en Europa, que es el mismo caso de Estados Unidos, con un mercado privilegiado que no hemos aprovechado por falta de una oferta exportable suficiente y adecuada. Podemos vender sin aranceles productos primarios, manufacturados o con un valor agregado importante, que generen mas riqueza y puestos de trabajo, dependiendo su resultado de las estrategias de desarrollo que el sector privado, orientado y promovido por el gobierno decida ejecutar a mediano y largo plazo, ojalá con el apoyo técnico y financiero de algún gobierno que crea que Colombia es un socio apto para llevar a cabo programas conjuntos de cooperación empresarial. No podemos basarnos en las fluctuaciones de los precios internacionales de las materias primas, porque sin asegurar ingresos estables del sector externo, no se puede planificar el desarrollo del país.
Para el futuro a largo plazo podemos pensar en diseñar una política de desarrollo industrial mejorando la calidad y volumen, especializándonos en nuestra producción actual, lo que requiere grandes dosis de tecnología, innovación e inversión siempre mirando principalmente a mercados ya conquistados y no rebuscar en aquellos en los que no hemos penetrado, seguramente por deficiencias estructurales, coincidencia de producción o porque son mercados cautivos de otros países. Los mercados actuales fueron conquistados por el esfuerzo emprendedor de nuestra clase empresarial y allí donde no estamos es que, por el conocimiento de su sector, el olfato y la intuición les advirtieron que no eran mercados interesantes para esforzarse. Muchos analistas creen que algunos gobiernos de países en desarrollo buscan afanosamente nuevos socios comerciales en todas las regiones del mundo, sin hacer estudios previos de mercado ni tener en cuenta factores complejos que determinan esas posibilidades, y solo por razones de oportunidad política.
Debemos fundamentar una planificación a largo plazo recordando nuestra vocación agrícola, diezmada internamente por la inseguridad y externamente por la competencia de los países ricos, que subsidiando su producción arrasan nuestros mercados y nos hacen poco competitivos. Pero como es previsible que en muy pocos años se comenzarán a desmontar los sistemas de subsidios en USA y la Unión Europea, debemos trabajar en la idea de complementar nuestra producción actual con la exportación a gran escala de productos agrícolas y agroindustriales tanto a la Unión Europea como a los Estados Unidos. Con ese esquema podremos llegar a ser una potencia exportadora, y esa podría ser una meta del Ministerio de Comercio Exterior, aunque para lograr ese objetivo debiéramos evitar negociar bilateralmente otro Tratado de Libre Comercio, que solo se justificará cuando tengamos una oferta exportadora suficiente y con una composición diferente.
Madrid, enero de 2.007
NO CONVIENE PLANTEARSE UN TLC CON LA UNION EUROPEA
Héctor Gómez Paniagua
Al tomar posesión de su cargo, el nuevo Ministro de Comercio ha declarado que una prelación suya será negociar un Tratado de Libre Comercio con Europa. Aunque sonaría lógica la idea de agregar al Tratado negociado con USA uno con la otra potencia comercial del mundo, en principio tiene el grave inconveniente de profundizar en el sistema bilateral que parece preferir el Gobierno Nacional en su política exterior, en contraste con la tendencia mundial de las economías emergentes de negociar colectivamente para protegerse frente a las grandes potencias que con sus políticas económicas les frenan en sus deseos de crecer y desarrollarse.
La primera observación que habría que hacer es que la Unión Europea no tendría ningún interés en negociar un Acuerdo con un país tan insignificante en su comercio exterior como lo es Colombia, que representa un 0,2 % del total de sus exportaciones y un 0,3% de sus importaciones. Para ello tendría que poner en marcha un complejo sistema administrativo, en un momento en que su agenda está en temas trascendentales como las consecuencias de la ampliación, las negociaciones con USA, la Ronda de Doha, las solicitudes de asociación pendientes, las iniciativas para acuerdos con MERCOSUR, etc. Además, así como USA trata este tema en función de sus intereses políticos en la región, los intereses de la Unión Europea frente a Latinoamérica son fundamentalmente económicos.
Debe ser sorprendente para un técnico europeo de la Comisión, que ha vivido el cumplimiento exacto de los plazos derivados de la integración europea hasta el éxito final de la ampliación a 25 miembros, comprobar que después de 40 años el Grupo Andino con menos conflictos y con economías primarias y complementarias, no haya logrado siquiera un Arancel Externo Común y que ahora se desarticule con el retiro de Venezuela y la negociación bilateral de TLCs. del Perú, Ecuador y Colombia con los Estados Unidos. Como el Grupo Andino durante décadas fue un interlocutor importante en la política europea de promover las integraciones regionales y de hecho le ha suministrado fondos y asesorías para lograrlo, procurarán influir para que se restablezca ese programa subregional y en tal caso si estaría dispuesta a negociar NO un TLC sino un Acuerdo de Asociación, que es lo que prefieren para este tipo de países.
De todas formas, volviendo a la propuesta ministerial de negociar un TLC, basta con analizar las estadísticas de nuestro comercio para ver que no tiene ningún sentido, salvo que se quiera renunciar a los aranceles que pagan sus mercancías al entrar en Colombia. En el caso de Europa tenemos un Sistema General de Preferencias que alcanza prácticamente el espectro total de nuestra oferta exportable, y a diferencia de Estados Unidos es mas fácil lograr su renovación con el apoyo de pocos países, gracias a la sensibilidad de los europeos por nuestros problemas de desarrollo y las consecuencias negativas del narcotráfico. En Europa, como lo es en USA, nuestro problema no es de facilidades arancelarias por tener ya un sistema preferencial muy generoso. Nuestro problema es que no tenemos una oferta exportable gestionada estratégicamente, suficiente, estable, novedosa y competitiva, para aprovechar un mercado potencial enorme, abierto a la globalización.
Como el comercio exterior hay que analizarlo en períodos largos para analizar ciclos y tendencias, vemos que en el año 1.996 exportamos a Europa US$ 2.470 millones y 10 años después, en 2.005, les habíamos vendido US$ 2.814 millones, es decir un 14% de aumento. Pero si analizamos la composición de ese comercio, comprobamos con tristeza que productos primarios como el carbón y el ferroníquel han aupado las exportaciones por el aumento desproporcionado de sus precios en el mercado internacional, y aunque también han crecido las cifras de exportación de productos con mayor valor agregado como los productos industriales o los manufacturados, con subidas del 28% y 55% respectivamente, por su poca cuantía no influyen en las cifras totales. En cambio baja la industria ligera, con confecciones, textiles, calzado, artículos de cuero, etc, que son los que eventualmente más aprovecharían el Libre Comercio. En casos como los camarones que tienen tanto éxito en España no se venden porque la producción está agotada y se orienta a otros mercados. Las flores, que no pagan aranceles, crecen vegetativamente porque tienen que enfrentarse a un mercado saturado y competir con otros países como Ecuador que tampoco pagan aranceles.
Debemos analizar estos argumentos dentro de la situación actual, en que el gobierno registra con satisfacción cifras espectaculares de exportaciones totales que nunca habían crecido a ritmos tan elevados, pudiendo llegar en 2,006 a tener un aumento de casi el 20% hasta aproximadamente US$ 23.000 mill. de dólares, y ventas a Europa que crecieron un 24,9% y que llegarán a cerca de US$ 3.300 millones. Pero un hecho importante a tener en cuenta es que los volúmenes totales de lo exportado son considerablemente menores, lo que demuestra un retroceso real. En los últimos tres años, de los que tenemos estadísticas del período enero/noviembre, vemos como las exportaciones a Europa de productos primarios representan 86,8% del total exportado, que en conjunto tuvieron un aumento del 71%, el ferroníquel un 49,6%, carbón 26.8%, café 76%, Camarones el 62%., etc., etc, pero que el volumen total pasó en tres años de 21 millones a 5,9 millones de toneladas.
Lo anterior demuestra que nuestras exportaciones habían descendido vertiginosamente a mediados de la década y que solo en los últimos tres años estamos recuperando los valores aunque no los volúmenes tradicionales. En resumen, contamos en Europa, que es el mismo caso de Estados Unidos, con un mercado privilegiado que no hemos aprovechado por falta de una oferta exportable suficiente y adecuada. Podemos vender sin aranceles productos primarios, manufacturados o con un valor agregado importante, que generen mas riqueza y puestos de trabajo, dependiendo su resultado de las estrategias de desarrollo que el sector privado, orientado y promovido por el gobierno decida ejecutar a mediano y largo plazo, ojalá con el apoyo técnico y financiero de algún gobierno que crea que Colombia es un socio apto para llevar a cabo programas conjuntos de cooperación empresarial. No podemos basarnos en las fluctuaciones de los precios internacionales de las materias primas, porque sin asegurar ingresos estables del sector externo, no se puede planificar el desarrollo del país.
Para el futuro a largo plazo podemos pensar en diseñar una política de desarrollo industrial mejorando la calidad y volumen, especializándonos en nuestra producción actual, lo que requiere grandes dosis de tecnología, innovación e inversión siempre mirando principalmente a mercados ya conquistados y no rebuscar en aquellos en los que no hemos penetrado, seguramente por deficiencias estructurales, coincidencia de producción o porque son mercados cautivos de otros países. Los mercados actuales fueron conquistados por el esfuerzo emprendedor de nuestra clase empresarial y allí donde no estamos es que, por el conocimiento de su sector, el olfato y la intuición les advirtieron que no eran mercados interesantes para esforzarse. Muchos analistas creen que algunos gobiernos de países en desarrollo buscan afanosamente nuevos socios comerciales en todas las regiones del mundo, sin hacer estudios previos de mercado ni tener en cuenta factores complejos que determinan esas posibilidades, y solo por razones de oportunidad política.
Debemos fundamentar una planificación a largo plazo recordando nuestra vocación agrícola, diezmada internamente por la inseguridad y externamente por la competencia de los países ricos, que subsidiando su producción arrasan nuestros mercados y nos hacen poco competitivos. Pero como es previsible que en muy pocos años se comenzarán a desmontar los sistemas de subsidios en USA y la Unión Europea, debemos trabajar en la idea de complementar nuestra producción actual con la exportación a gran escala de productos agrícolas y agroindustriales tanto a la Unión Europea como a los Estados Unidos. Con ese esquema podremos llegar a ser una potencia exportadora, y esa podría ser una meta del Ministerio de Comercio Exterior, aunque para lograr ese objetivo debiéramos evitar negociar bilateralmente otro Tratado de Libre Comercio, que solo se justificará cuando tengamos una oferta exportadora suficiente y con una composición diferente.
Madrid, enero de 2.007
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